Con motivo del 80º aniversario de la UNESCO, la región italiana de Emilia Romaña rinde homenaje a su extraordinario legado cultural, artístico y natural, consolidándose como un destino de referencia para quienes viajan en familia en busca de experiencias educativas, sostenibles y llenas de historia.

Situada en el norte de Italia, esta región reúne un conjunto único de bienes y reconocimientos UNESCO que invitan a descubrirla a través de ciudades monumentales, paisajes naturales singulares y tradiciones vivas.

Un patrimonio mundial que se puede recorrer en familia

Emilia Romaña cuenta con varios sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, ideales para diseñar rutas culturales adaptadas a todas las edades.

Entre ellos destaca Ferrara, ciudad del Renacimiento y su delta del Po, inscrita en 1995. Un ejemplo excepcional de urbanismo renacentista ligado a un entorno natural de gran valor, perfecto para combinar visitas culturales con paseos en plena naturaleza.

En Rávena, los monumentos paleocristianos inscritos en 1996 sorprenden por sus impresionantes mosaicos de los siglos V y VI, una visita muy visual y atractiva también para los más pequeños.

La Catedral de Módena, la Torre Cívica y la Piazza Grande, Patrimonio Mundial desde 1997, permiten acercarse de forma sencilla a la historia medieval a través de un conjunto monumental fácilmente recorrible en familia.

Más reciente es la inclusión de los Pórticos de Bolonia, declarados Patrimonio de la Humanidad en 2021. Sus más de 62 kilómetros de soportales hacen de la ciudad un lugar cómodo para pasear con niños, protegidos del sol o la lluvia, mientras se descubre su identidad arquitectónica y social.

La lista se completa con el Karst evaporítico y las cuevas de los Apeninos del Norte, inscrito en 2023, un espacio natural de gran interés geológico que acerca a las familias a la ciencia y al respeto por el entorno.

Ciudades creativas que suman cultura, música y gastronomía

Emilia Romaña también forma parte de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, con propuestas muy atractivas para el turismo familiar. Bolonia, Ciudad de la Música desde 2006, ofrece festivales, conciertos y actividades culturales durante todo el año. Parma, reconocida como Ciudad de la Gastronomía en 2015, es el corazón del llamado Valle de la Alimentación Italiana, ideal para descubrir en familia productos emblemáticos y tradiciones culinarias. Módena, Ciudad de las Artes Mediáticas desde 2021, destaca por su apuesta por la creatividad contemporánea y los nuevos lenguajes audiovisuales.

Naturaleza protegida y turismo sostenible

El compromiso de la región con la sostenibilidad se refleja en la Reserva de la Biosfera del Appennino Tosco-Emiliano, designada en 2015, un extenso territorio montañoso compartido con Toscana que protege la biodiversidad y promueve un turismo responsable, con rutas de senderismo, actividades al aire libre y contacto directo con la naturaleza.

Como parte de la Red Global de Geoparques de la UNESCO, el Parchi Geologici dell’Emilia-Romagna pone en valor la diversidad geológica del territorio y fomenta la educación ambiental a través de paisajes espectaculares y propuestas de turismo sostenible.

Un modelo de futuro basado en cultura y naturaleza

Mientras la UNESCO celebra ocho décadas promoviendo la paz a través de la cultura, la educación y la ciencia, Emilia Romaña se presenta como un ejemplo de cómo patrimonio, creatividad y medio ambiente pueden convivir y proyectarse hacia el futuro. Un destino que invita a viajar en familia para aprender, disfrutar y conectar con la historia y la naturaleza de una forma cercana y enriquecedora.