Hacer el Camino de Santiago en familia es una experiencia inolvidable que ofrece oportunidades únicas de conexión humana y con la naturaleza. Un reto para compartir con los tuyos. Aquí tienes los mejores consejos y testimonios.
El Camino de Santiago es mucho más que una ruta. Así lo explica el director de turismo de Galicia, Xosé Merelles que lo define “como un marco inigualable de entendimiento, colaboración y diálogo entre las gentes y los pueblos”. En lo que va de año ya se han entregado más de 240.000 compostelas a peregrinos de más de 180 nacionalidades. Esto supone un flujo constante de cultura, diálogo y conocimiento que no puede más que enriquecer a las familias con niños que se deciden a vivir esta experiencia juntos.
Valores del Camino en familia
Hacer el Camino de Santiago en familia permite pasar un tiempo de calidad juntos fomentando la comunicación y conexión entre los miembros de la familia. Seguro que surgen temas de conversación interesantes y desafíos a superar que fortalecerán el sentido de unidad y colaboración familiar. Por otra parte, los más pequeños aprenderán a valorar la importancia de la perseverancia, la paciencia y la resiliencia al enfrentarse a la caminata diaria, que, además les ofrece una rica experiencia cultural e histórica. Por no hablar de la desconexión digital que puede suponer al caminar en plena naturaleza encontrándose con personas de todo el mundo con diferentes culturas y tradiciones y dispuestos a ayudarse unos a otros.
Punto de unión familiar
Completar el Camino genera un fuerte sentido de logro y autoestima, especialmente para los niños, que se sentirán orgullosos de haber alcanzado la meta con sus padres.
Según nos cuenta Belén Ruiz de la Prada que hizo el camino hace unos años con su marido y sus cuatro hijos de edades muy diferentes “Ha sido uno de los viajes más bonitos y enriquecedores que hemos hecho. Además, gracias a ese viaje, todos los años hacemos uno corto de 4 o 5 días y nos ponemos al día como familia ¡sin interrupciones de amigos, teléfonos…!”
Antes de comenzar el camino
Belén, fruto de su experiencia, nos aporta una serie de consejos prácticos para disfrutar de la experiencia, aunque sin duda va a ser cansada. La principal recomendación es coger la opción de envío de maleta de casa rural a casa rural, de forma que los 20-25km diarios se hacen solo con una mochila ligera, y, por supuesto, no estrenar zapatillas para hacer el camino y utilizar calcetines sin costuras.
En el caso de las familias, la opción del albergue no es recomendable ya que no se puede reservar. Así que, para llevar el alojamiento reservado con antelación, la mejor opción son las casas rurales y pequeños hoteles que hay en cada pueblo del camino.
El Camino de Santiago se adapta a cualquier familia en función de su forma física y las edades de los niños, por eso, conviene planificar las etapas con antelación con los descansos y alojamientos organizados y que sean asumibles en función de la edad de los niños.
Las mejores épocas son la primavera y el otoño gracias a las temperaturas más suaves. Se puede aprovechar las vacaciones de Semana Santa o los puentes de otoño para vivir esta aventura en familia. Un viaje que nunca olvidarán.
Durante el Camino
Cuidar los pies es importantísimo para realizar el Camino de Santiago, por lo que es imprescindible hidratarlos con crema todos los días antes de comenzar a andar y llevar siempre encima algo para curar las pequeñas rozaduras y heridas.
Conviene madrugar para hacer la mayor parte del recorrido del día en las horas de más fresco y así llegar a media tarde a la casa rural. Es indudable que los niños pueden comenzar a aburrirse a partir del tercer día y el cansancio también hace mella por lo que hay que ingeniárselas para hacerlo entretenido, por ejemplo, cantando con ellos durante el trayecto.
Los descansos son necesarios, pero no conviene parar mucho tiempo ya que volver a arrancar a andar cuesta más, sobre todo cuando te quedan 5 o 6 km para llegar. Es preferible parar varias veces, pero poco tiempo.
El Camino Francés perfecto para hacer en familia
Para un primer Camino de Santiago en familia el Camino Francés en Galicia es perfecto para hacer con niños a partir de 7 años. Comenzando en Sarriá son 100km en seis etapas. Las dos primeras etapas, Sarria-Paradela-Portomarín y Portomarín-Monterroso-Palas del Rei, son de más de 23 kilómetros diarios, pero se pueden dividir en tres para hacerlas más cortas y más llevaderas con los niños. El resto de las etapas están entre 14 y 19 kilómetros.
El Camino Francés recorre el norte de España y al entrar en Galicia pasa por 11 concellos ricos en patrimonio, paisajes y gastronomía. Un camino que comienza en el Bierzo leonés para continuar por O Cebreiro, Triacastela, Samos, Sarria, Paradela, Portomarín, Monterroso, Palas de Rei, Melide, Arzúa y O Pino cuyos vecinos acogen a las familias de peregrinos y su rica gastronomía llena de energía y alegría para continuar.