El antiguo apodo de “La Bella Durmiente”, sirve para ensalzar el cada vez más espléndido y animado despertar que actualmente disfruta Burdeos.

Una ciudad hermosa merecedora de ser Patrimonio Mundial de la Humanidad, y con una vida vibrante y animada que transmite vitalidad. Ideal para todos los viajeros, especialmente para quienes lo hacen en familia

 

Burdeos/Bordeaux, la “Perla de Aquitania”, la “Bella Durmiente”, el pequeño París… es hoy en día una ciudad cálida y animada, con unos rincones y una vida que sorprenden y transmiten vitalidad.

El primer calificativo deriva de su capitalidad de la región de Nouvelle-Aquitaine, la más grande de Francia y situada al suroeste del país. El segundo apodo, de “La Belle Endormie”, lo arrastra porque años atrás no lucía ni la mitad de bella que ahora lo hace, cuando se ha recuperado el esplendor de la piedra dorada de sus fachadas y añadido nuevos atractivos. Y el tercero, porque su arquitectura fue la inspiración para la reforma que se llevó a cabo en el siglo XVIII del propio París.

Pont_de_Pierre_sobre_el_río_Garona

De hecho es la segunda ciudad de Francia, sólo por detrás de la capital, en número de monumentos históricos, con un total de 362 que la hicieron merecedora en 2007 del reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Tal es el conjunto urbano excepcional que representa, asomada a ambas orillas del río Garona que la atraviesa y define.

Hoy en día Burdeos ha recuperado el esplendor de su tiempo más glorioso, allá por el siglo XVIII, y es una ciudad señorial, cargada de historia y personalidad, idónea e ideal para muchos tipos de viaje, pero especialmente para un viaje en familia, con hijos de cualquier edad.

 

 

Una ciudad superlativa y chic

 

 

El espejo de agua más grande del mundo, la plaza más grande de Francia, la calle comercial más larga de Europa… son cosas que hacen de Burdeos una ciudad superlativa, y también muy chic, por otros atractivos como la moderna e instructiva Cité du Vin.

Arquitectura_destacada_en_La_Cité_du_Vin

Le Miroir d’Eau está considerado El Espejo de Agua más grande del mundo con sus 3.452 metros cuadrados… Un espacio público y gratuito que es una piscina reflectante de granito, cuya profundidad de dos centímetros de agua le vale para conseguir la magia. Un lugar para jugar, correr, chapotear, disfrutar y divertirse tanto pequeños, que desde luego, como también los mayores. Situado en el muelle del Garona, frente a la Place de la Bourse, e inaugurado en 2006, sin duda se ha convertido en todo un símbolo y marca de moda de la actual Burdeos. Fascinante y encantador, es un lugar en el que el tiempo se escapa sin sentir…

Y si el reflejo de los edificios en el agua por el día es bonito y divertido, por la noche resulta espectacular, gracias a la iluminación que, al igual que en otras partes de Burdeos, ensalza aún más la belleza de la ciudad.

El_Espejo_de_Agua_de_Burdeos_es_más_bello_por_la_noche

Otro de los lugares bordelenses superlativos es la Place des Quinconces, la plaza más grande de Francia y una de las mayores de Europa, presidida por su enorme columna de 43 metros de altura y sus impresionantes fuentes con caballos y cargadas de simbolismos, que son el Monumento a los Girondinos, el movimiento político perseguido durante la Revolución Francesa.

Columna_y_monumento_a_los_girondinos_en_Place_Quinconces

Los 126.000 metros cuadrados de Quinconces dan para mucho. Además del trasiego de los modernos tranvías que, junto con las bicicletas son la mejor forma de recorrer la ciudad, en su explanada tienen lugar diversas exposiciones y eventos y es el lugar donde se ubica, desde otoño a primavera la Feria, con un montón de atracciones para los peques. Especialmente los fines de semana, es un divertido lugar de encuentro y entretenimiento para familias y adolescentes.

 

Paseando por los barrios tradicionales

 

 

En el centro de Burdeos, siempre en la parte de la orilla izquierda del Garona, paseando por el elegante barrio de Les Grands Hommes, se encuentra una de las plazas más históricas de la ciudad, La Cour Mably, con la imponente fachada barroca de la Iglesia de Notre Dame y, casi a la puerta, la estatua de Francisco de Goya y Lucientes, vestido a la moda francesa de principios del siglo XIX.

Se trata de una réplica regalada por el gobierno español a Burdeos, homenaje al pintor zaragozano y que nos recuerda que Goya vivió los tres últimos años de su vida exiliado en Burdeos.

Estatua_de_Goya_en_La_Cour_Mably

Icónica por otros motivos es también la Place des Grands Hommes, una plaza circular dedicada a los grandes hombres de la Ilustración en Francia: Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Diderot… cuyos elegantes edificios neoclásicos contrastan con el del original y moderno centro comercial y las calles circundantes, llenas de tiendas que contribuyen a crear un muy buen ambiente.

Una zona interesante y adecuada donde alojarse, con elegantes hoteles boutique como La Cour Carree, un espacio acogedor y tranquilo en medio de la ciudad, cerca de todo.

Place_des_Grands_Hommes_en_Burdeos

La continuación del paseo nos lleva hasta Allées de Tourny, con su nostálgico tiovivo de Monsieur Caramel, para desembocar en la Plaza de la Comedia y su Gran Teatro (Grand Théâtre de Bordeaux), uno de los monumentos más importantes de Burdeos y otro de sus iconos.

Porque Burdeos, como todas las ciudades hermosas, como de verdad se disfruta es caminándola, y su centro histórico da para mucho más. Nos encontraremos, cerca del edificio del Ayuntamiento, con la Catedral de San Andrés y la torre de Pey-Berland, que ofrece unas vistas panorámicas excelentes de toda la ciudad, conformando ambas el monumento religioso más importante de Burdeos.

Catedral_de_San_Andrés_y_la_torre_de_Pey_Berland

 

 

Para comer, cenar, comprar o simplemente perderse

 

Por su parte, la preciosa Porte Cailhau es una de las entradas al más emblemático de los barrios del casco antiguo: Saint-Pierre, cuyos nombres de calles y plazas recuerdan oficios de antaño (rue des Argentiers -plateros-, rue des Bahutiers -comerciantes de cofres-…) y con un excelente ambiente tanto de noche como de día, gracias en mucho a la amplia oferta de restaurantes y bares.

Porte_Cailhau_en_Bordeaux

Algunos con una gran implantación no sólo en Burdeos sino también en otros lugares de Francia, y valederos de una gastronomía más tradicional, como la Brasserie Bordelaise, u otros más modernos, creativos, con una cocina basada en ingredientes de origen local y una creciente reputación, como el Restaurante Lauza.

La rue Sainte-Catherine es la calle comercial más larga de Europa, toda ella peatonal desde el año 1984, que mencionábamos antes. Muy animada, en ella se encuentran desde tiendas de grandes marcas, sobre todo en la parte del Gran Teatro, donde comienza, hasta pequeños comercios particulares, estos ya situados hacia la Place de la Victoire. A lo largo de ella hay asimismo numerosos bares y restaurantes y una parte, la de Promenade Sainte-Catherine, que resulta un espacio especial por su ambiente y configuración.

Gran_Teatro_de_Burdeos_escultura_Jaume_Plensa

Esta plaza se ha convertido en una especie de oasis urbano, ya que no sólo ofrece una gran variedad de locales de compras y restauración los siete días de la semana, sino que también organiza diversas actividades culturales y lúdicas.

Volviendo hacia la orilla del río, los Quais -los muelles-, se han transformado en un atractivo paseo marítimo principal de Burdeos, un espacio a lo largo de la parte izquierda del Garona donde poder realizar multitud de actividades, muchas de ellas ideales para disfrutarlas en familia.

Así, además de pasear, o hacer recorridos en bici o en patinete, no es infrecuente ver a padres e hijos haciendo un pic-nic, sobre todo en la zona de la Place de Quinconces.

Pic_nic_familiar_en_los_muelles_bordelenses

 

 

El río y la Ciudad del Vino

 

Los Quais y su variadas posibilidades de disfrute se extienden desde el Pont de Pierre, el puente de diecisiete arcos mandado construir por Napoleón, avanzando por el histórico Puerto de la Luna hasta la zona de Chartrons.

Este mismo recorrido y más allá, es el que numerosos barcos turísticos recorren para ofrecer a los visitantes una vista de Burdeos desde el propio río. Lo que permite ver desde otra perspectiva el imponente Pont Jaques Chaban-Delmas, otro ejemplo de la superlatividad bordelense, puesto que es el puente elevable más grande de Europa, gracias a sus 77 metros de torres que, además, cambian de color por la noche en función de las mareas.

La_Cité_du_Vin_es_espectacular_en_muchos_aspectos

En este punto hay que aclarar que, aunque Burdeos está a unos cien kilómetros del mar, la fuerza de la marea es tal que sube por el cauce mezclándose con las aguas fluviales y provocando el característico color marrón del Garona.

Y llegando hasta aquí hemos alcanzado el barrio de Bacalan y otro de los símbolos actuales de Burdeos. La ciudad que da nombre a vinos de prestigio en todo el mundo, tiene además en su Ciudad del Vino un estupedo reclamo. En el exterior, su atractivo diseño evocando una copa y el movimiento del vino dentro de la misma, y el fantástico itinerario que propone en el interior, con casi 20 áreas temáticas interactivas y una propuesta expositiva muy llamativa, hacen de la Ciudad del Vino una visita obligada en la capital de Nouvelle Aquitaine.

Degustación_de_vinos_en_mirador_de_Cité_du_Vin

Además, al final de la visita, en el mirador a 35 metros de altura, se ofrece la degustación de una copa de vino para los padres y de mosto para los niños, pudiendo disfrutar de unas maravillosas vistas panorámicas de Burdeos. Descubrimos así muchos de los monumentos enumerados e incluso un platillo volante: el Vaisseau Spatial, sorprendente obra de la artista Suzanne Treisler, y demostración de cómo la ciudad sigue sumando atractivos.

Porque Burdeos muestra no sólo saber cómo recuperar y poner en valor lo antiguo, si no también unir nuevas propuestas que fascinan y atraen al visitante.