A partir del 9 de noviembre, coincidiendo con la fecha de su caída, se puede visitar El Muro de Berlín. Un mundo dividido en la Fundación Canal de Madrid, la exposición sobre este símbolo de la Guerra Fría con más de 300 objetos originales y 20 metros del propio muro.

 

La muestra El Muro de Berlín. Un mundo dividido, que abre sus puertas  el 9 de noviembre, coincidiendo con el aniversario de la caída del Muro, permanecerá abierta por tiempo limitado en Madrid, ciudad elegida para la inauguración debido al hermanamiento que la une con Berlín desde 1989, antes de comenzar una itinerancia internacional de siete años. Más de 300 objetos originales, expuestos en su mayoría por primera vez al público, y testimonios inéditos conforman esta exposición única.

El mayor símbolo de división del siglo XX

Musealia, compañía española dedicada a la creación y gestión de exposiciones en torno a historias universales, ha logrado reunir una colección de alrededor de 300 objetos originales, procedentes de más de 20 instituciones internacionales y más de 60 prestatarios. En su conjunto, estos elementos sirven para comprender el mayor símbolo de división del siglo XX, que representó la lucha ideológica y política entre el capitalismo y el comunismo. Con el fin de ahondar en la historia del Muro de Berlín, la exposición ofrece distintas perspectivas de las experiencias vividas a ambos lados del Muro, explora este icono de la Guerra Fría dentro de un complejo contexto internacional, con los documentos e investigaciones más actuales, y extiende el relato hasta su caída en 1989, haciendo alusión al eco de una época que continúa configurando la realidad de nuestros días.

La exposición cuenta, entre otras piezas, con 20 metros del propio Muro, de 3,5 metros de altura y 2,6 toneladas, y materiales que retratan su evolución con el paso de las décadas, como el alambre de espino colocado en la primera etapa de la división. Las tensiones vividas a nivel global durante el conflicto de la Guerra Fría se verán reflejadas a través de elementos como un carrito de bebé utilizado para el contrabando y la provisión de alimentos, unas gafas de cristal grueso empleadas durante las detonaciones nucleares, un detector de radiación, el tramo de un túnel de espionaje que atravesaba el Berlín subterráneo o archivos secretos de la Stasi, el servicio de inteligencia de Alemania del Este. Además, un martillo y un cincel usados para demoler el Muro el 9 de noviembre de 1989, entre otros objetos, representarán su caída y el ansiado final de la Guerra Fría.

«Llevamos tiempo trabajando en esta exposición y es un gran honor que su recorrido comience en Madrid, una ciudad vinculada a Berlín desde 1988. En la Fundación Muro de Berlín trabajamos para poner sobre la mesa temas de actualidad como las migraciones, el Estado de Derecho y los derechos humanos, y abordamos los efectos sociales de las formas autoritarias de gobierno y el valor de una sociedad pluralista», destaca Axel Klausmeier, director de la Fundación Muro de Berlín. «Esperamos que El Muro de Berlín. Un Mundo Dividido sirva para recordar lo que ocurrió no hace tanto tiempo en Europa y para concienciar sobre el poder del pueblo. Su valentía condujo a la Revolución Pacífica de 1989 que cambió el mundo”, concluye.

 

Recorrido por la historia del Muro de Berlín


Para narrar la historia del Muro de Berlín en el marco de la Guerra Fría, los 2.500 metros cuadrados de la Sala Castellana 214 de la Fundación Canal se dividen en cinco áreas temáticas, pensadas para recorrer con una audioguía individual incluida en la entrada. La primera parte servirá para sumergir al visitante en el contexto de la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial y en cómo las visiones enfrentadas sobre la organización de la realidad económica y social entre las dos grandes superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, desembocó en la Guerra Fría.

La vida en Berlín antes del Muro protagoniza la segunda zona, en la que se puede contemplar la creciente competencia y las tensiones vividas en la ciudad, con fronteras abiertas entre los dos sistemas hostiles. La situación sumió a la ciudad en un estado de crisis permanente y una experiencia de inseguridad hasta provocar la construcción de una barrera física e ideológica, que atravesó y dividió la ciudad durante casi tres décadas, con el fin de frenar la migración masiva de ciudadanos del este al oeste.

Los relatos de las víctimas que vivieron en primera persona el conflicto, presentes en el tercer y cuarto bloque de la exposición, acercan a los asistentes a la historia desde una perspectiva más humana. En primer lugar, se expone el levantamiento del Muro de Berlín en 1961 y el consiguiente sufrimiento de la población berlinesa, que se vio obligada a romper de forma abrupta los lazos sociales con la otra mitad de la ciudad. Los elementos que componen esta parte del recorrido se aproximan a todos aquellos que se enfrentaron al Muro y permite conocer las historias personales de las víctimas. Esta parte reserva también un espacio destinado a comprender el contexto global en el que se desarrolló la Guerra Fría.

A continuación, en la cuarta área de la exposición, los visitantes pueden adentrarse en la experiencia de vivir y trabajar en una ciudad dividida. Mediante multitud de experiencias y testimonios inéditos, se ofrece una panorámica de la cambiante vida cotidiana de las personas que tuvieron que convivir con el Muro a través de las perspectivas de ambos lados.

La última parte ofrece una mirada global del conflicto, su impacto y las graves consecuencias que se vivieron en el resto de países del mundo, los cambios de las actitudes hacia la cultura y la política, el descontento popular, las revoluciones que tuvieron lugar durante estas décadas y el progresivo debilitamiento de la Guerra Fría, hasta llegar al final del conflicto, representado simbólicamente con la caída del Muro el 9 de noviembre de 1989. Estas distintas salas analizan la situación de la ciudad en concreto, Alemania en general y las transformaciones globales que se produjeron a raíz de este suceso, cuyo legado se extiende hasta la sociedad actual.

“La exposición muestra la historia de una profunda y desgarradora división, de porqué se construyó el muro de Berlín, de lo que estaba en juego y de cómo afectó a la vida de las personas. Es una historia de represión, pero también de la lucha por los derechos humanos, la libertad y la democracia. Y aspiramos a que sea plataforma para comprender mejor el legado de una confrontación ideológica y geopolítica que, en muchos más aspectos de los que imaginamos, continúa configurando la realidad de nuestros días”, explica Luis Ferreiro, director de Musealia.

 

Una exposición de Musealia en colaboración con la Fundación Muro de Berlín


El Muro de Berlín. Un mundo dividido es una exposición en la que Musealia, responsable también de la muestra Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos, ha trabajado durante más de cuatro años, desde el desarrollo de la idea, hasta su producción, montaje y gestión, en colaboración con la Fundación Muro de Berlín. La cooperación con esta institución, además de completar la extensa colección de objetos presentados, garantiza el rigor histórico del contenido, gracias a la implicación de un equipo de historiadores e investigadores de la Fundación.