Guadalajara es un destino que lo tiene todo para una escapada en familia. Desde sus imponentes castillos medievales hasta las rutas que atraviesan la Alcarria, esta provincia esconde planes para todas las edades. Explorar fortalezas legendarias, descubrir animales ocultos en las fachadas históricas y recorrer escenarios que parecen sacados de un cuento convierten cada visita en una aventura única.
Guadalajara tiene raíces que se remontan a la época romana con la calzada que unía Emerita Augusta (Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza). En este contexto surgió un asentamiento militar llamado Arriaca, nombre que hoy da identidad a una cerveza local. Bajo el dominio árabe, la ciudad, fundada bajo el califato de Córdoba, adoptó su actual nombre, que significa «río de piedras», en referencia al lecho del río Henares. Sin embargo, fue con la llegada de la poderosa familia Mendoza, en el siglo XV, cuando Guadalajara se convirtió en un enclave de gran importancia cultural y arquitectónica.
El Palacio del Infantado, el emblema de Guadalajara
El Palacio del Infantado es el monumento más icónico de Guadalajara y una de las principales razones para visitar la ciudad en familia. Residencia de la poderosa familia Mendoza, este impresionante edificio del siglo XV es un ejemplo del gótico isabelino con influencias renacentistas. Su fachada es una obra maestra con elementos decorativos que evocan el esplendor de la nobleza castellana. Los diamantes que van recubriendo las fachadas recuerdan a la Casa de las Conchas de Salamanca o la casa de los Picos de Segovia, aunque en este caso es influencia del mudéjar. Al observar su fachada llama la atención la asimetría ya que la puerta principal no está en el centro. La intención era que, al entrar en Guadalajara, lo primero que se viera fuera el escudo de los Mendoza ya que el Palacio estaba enfrentado al Alcázar, residencia de los reyes.

en el Patio de los leones del Palacio del Infantado, puedes encontrar, entre otros animales, un camaleón escondido en las hojas.
Uno de los mayores atractivos para los niños es descubrir los animales ocultos en la ornamentación del patio de los leones. Tallados en piedra, buscar el sapo, el camaleón, la salamandra, los caracoles o la serpiente convierten la visita en una experiencia lúdica, perfecta para despertar la curiosidad de los más pequeños. En el patio hay dos hileras de decoración, abajo los leones que son símbolo de poder y arriba grifos que son símbolo de riqueza ya que ponen huevos de oro. Además, el Palacio alberga el Museo de Guadalajara, donde se puede conocer más sobre la historia y el arte de la región. A lo largo de los siglos, el edificio ha sido testigo de momentos clave de la historia española, e incluso sufrió importantes daños durante la Guerra Civil, pero su restauración ha permitido que siga siendo el gran referente patrimonial de la ciudad.
Otro lugar atractivo para los niños es la sala de Cronos, Dios del tiempo, con los signos del zodiaco representados en los frescos del techo. Podéis jugar a encontrar los siglos que faltan (una pista: son Aries, Tauro y Géminis). Tienen un teatro donde se realizan actividades para los más pequeños.
El mausoleo de la Duquesa de Sevillano
Otro de los monumentos más emblemáticos de la ciudad es el mausoleo de la Duquesa de Sevillano, María Diega Desmaissières, una de las mujeres más influyentes de finales del siglo XIX y principios del XX. Dedicó su fortuna a la caridad, siendo conocida como «la madre de los pobres». Ella se preocupó de que todos los días los pobres tuvieran un plato de comida caliente, cobrasen un jornal y los hijos de los obreros tuvieran escuelas.
Encargó la construcción de un impresionante mausoleo y un convento para las Hermanas Adoratrices, influida por su tía, Santa María Micaela del Santísimo Sacramento. El mausoleo, diseñado por Ricardo Velázquez Bosco, el arquitecto que también diseñó el Ministerio de Agricultura de Madrid y el Palacio de Cristal del Retiro, combina estilos arquitectónicos históricos y es considerado una de las obras eclécticas más destacadas de España. Su decoración interior corrió a cargo de Ángel García Díaz, quien también diseñó la escalera del Casino de la calle Alcalá o la fachada del ayuntamiento en Cibeles.
Patrimonio monumental entre dragones
Guadalajara también cuenta con un importante patrimonio religioso, como la Concatedral de Santa María, que adquirió este rango al crearse la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Se trata del templo más antiguo de la capital, elegido para oficiar misas episcopales con un estilo claramente mudéjar con un interior barroco.
Otro punto interesante de la ciudad si vas en familia es la iglesia de San Francisco. En la nervadura de la bóveda de su capilla mayor verás unos dragones verdes con fuego en sus fauces. El objetivo de estos dragones es impulsar a los difuntos hacia el cielo.
Desde la oficina de turismo se organizan talleres y visitas familiares para conocer de manera lúdica el patrimonio histórico de la ciudad. En cualquier caso, si no os cuada el calendario de visitas, no olvidéis pedir el plano infantil de la ciudad para tener una visión diferente de su historia.
Ciudad de parques y naturaleza
Guadalajara es una de las ciudades con más zonas verdes por habitante en España, lo que la convierte en un destino ideal para familias que buscan combinar turismo cultural con espacios al aire libre. Destacan el Parque de La Concordia, creado en 1854 como uno de los primeros parques públicos del país, y el Parque de Adoratrices, entre otros.
🔍 Curiosidad: En el pequeño zoo de la ciudad, los niños pueden conocer especies autóctonas y aprender sobre su conservación.
Con su rica historia, legado arquitectónico y amplios espacios naturales, Guadalajara se erige como un destino imprescindible para conocer el pasado y disfrutar del presente en familia.
Torija y su castillo como punto de partida de un recorrido por la Alcarria
Salimos de Guadalajara y accediendo por el puerto seco que comunica el valle del río Henares con la Alcarria nos encaminamos a Torija para visitar su castillo y Centro de Interpretación donde hay espacios dedicados a la miel, la lavanda, a Cela.
Llegamos a la plaza mayor donde tenemos el Castillo y unos columpios con mesas de picnic donde los niños pueden entretenerse un poco antes de entrar a visitar el castillo. Se trata de una construcción del siglo XV que en su origen fue un Castillo palacio. En 2010 se inaugura este centro de interpretación turística de la provincia de Guadalajara dentro del recinto del Castillo. Desde fuera mantiene la estructura del castillo y respeta el entorno ya que el interior se destruyó en la guerra de la independencia.
El interior está convertido en un espacio didáctico con la primera planta dedicada a la naturaleza, la segunda al patrimonio y la tercera a la gastronomía con elementos dirigidos también al público infantil. Un buen punto de partida para un recorrido por la comarca para entender su idiosincrasia con espacios especiales dedicados a temas tan dispares como la fauna, la miel, el origen templario del castillo o el famoso libro de Cela “Viaje a La Alcarria”. En el castillo convertido en museo se programan actividades familiares como Detectives en el tiempo o la noche de los templarios con la posibilidad de que niños de entre 8 y 12 años pasen una noche en el castillo.
Brihuega, con aroma de lavanda
Al llegar a Brihuega observarás que está al revés que la mayoría de ciudades medievales. Aquí el castillo está abajo y el lavadero arriba. Esta población está declarada conjunto histórico artístico desde hace 50 años y esconde tesoros en sus calles que fascinarán a los más pequeños de la casa como el museo de las miniaturas o las cuevas árabes.
El castillo de Brihuega se ha restaurado y en los sillares se han esculpido oficios medievales, entre ellos se ha puesto un guiño al siglo XXI: un arquitecto con planos y un móvil. Tal y como se hizo con el astronauta en la restauración de la catedral de Salamanca.
Brihuega basa su riqueza en el agua y en el poder que le otorgaron los arzobispos de Toledo.
La Fuente de los 12 caños, el lugar de socialización de las mujeres
Su riqueza en cuanto al agua se plasma en su fuente de los doce años. Podéis retar a los niños a descubrir si en realidad son 24, ya que a la vuelta está el lavadero con los otros 12. Es una buena oportunidad para reflexionar con ellos sobre la importancia que estos lugares tenían para las mujeres y cómo se ha quedado plasmado en nuestro lenguaje: “lavar los trapos sucios en casa”, “cuidado que hay ropa tendida (cuando hay niños delante)”. Y es que los lavaderos eran los lugares de socialización y libertad de las mujeres fuera de la observación de los hombres. En este gran lavadero de Brihuega se puede observar la gran organización que había, en el derecho se lavaba, en el izquierdo se aclara y en el pequeño se lavaban los cacharros.
Las Cuevas Árabes
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Bajando hacia el centro de la villa, llegaréis a la plaza del Coso donde antiguamente se hacían las corridas de toros. Aquí Carlos II instaló la cárcel, que hoy es la oficina de turismo. En esta plaza está uno de los atractivos ocultos de Brihuega que los niños vivirán como una auténtica aventura, se trata de las Cuevas Árabes.
En época árabe se elaboraba aceite y después ya se comenzó a hacer vino. Son las únicas visitables. Actualmente son privadas y las enseñan los dueños de la tienda de al lado. La entrada cuesta 3€. Antiguamente las cuevas tenían salida hacia el río Tajuña ya que eran traídas de aguas aunque luego se compartimentaron. Durante el recorrido por galerías subterráneas se ven grandes tinajas que conservan las marcas de los tinajeros que las han tallado, como ocurre con los canteros y en algunos puntos puedes observar arcos visigodos.
La Real Fábrica de Paños de Fernando VI

La Real Fábrica de Paños se ha reconvertido en hotel de cinco estrellas, el Castilla Termal Brihuega.
La Real Fábrica de Paños de Fernando VI llegó a tener 100 telares en el siglo XVIII, hoy se ha reconvertido en un hotel de cinco estrellas abierto por la cadena Castilla Termal. En su momento fue una de las reales fábricas más importantes de España debido a que estaba en el camino de la lana, materia prima fundamental y a que en esta zona crece el zumaque, planta que se utilizaba para el tinte.
Es un ejemplo singular de arquitectura industrial del siglo XVIII por su planta circular para aprovechar la luz y la ventilación. El jardín romántico es posterior ya que se construyó en el siglo XIX sobre una terraza que ofrece unas magníficas vistas al Valle del Tajuña. Originalmente era la zona de secado de las telas.
Este edificio es Bien de Interés Cultural y desde el hotel ofrecen visitas guiadas a nivel histórico de puesta en valor y de conocimiento del patrimonio, y durante unas horas al día están abiertos al público los jardines para clientes que no estén alojados.
El Museo de Miniaturas de un hipnotizador
El antiguo convento de San José alberga uno de los museos más curiosos que puedes visitar. El Museo Mundial de Miniaturas del Profesor Max. Aquí podrás encontrar la última cena de Da Vinci pintada en un grano de arroz, todas las banderas del mundo pintadas en la cabeza de un alfiler, un ajedrez de marfil hecho con una sola ficha de dominó, barcos chinos hechos en una nuez o un ave tallada en el palo de una cerilla.
Forma parte de la colección del museo también una serie de casas de muñecas en miniaturas y de elementos de Harry Potter. Así como elementos originales del propio profesor Max, nacido en Brihuega en 1913. Un gran hipnotizador que viajó por todo el mundo donde fue recopilando más de 30.000 miniaturas. Comenzó exponiéndolas en un carromato en Mijas hasta que, tras su muerte, su hermana consiguió que recalara en su ciudad natal.
El pueblo de la lavanda
Hace más de 30 años se fueron a la zona de la Provenza para aprender a cultivar la lavanda y hoy pueden decir que el 10% de la producción mundial sale de Brihuega.
💡 Tip viajero: Si visitas en verano, no te pierdas los campos de lavanda en floración. Para una experiencia más auténtica, acude entre semana y a primera hora de la mañana.
Las propiedades del aceite esencial de lavanda son tan numerosas que se ha llegado a considerar como uno de los remedios de aromaterapia más completos. Favorece el sueño, ayuda a cicatrizas heridas, tratar picaduras de insectos, tratar infecciones leves de garganta o bronquios, inflamatorios. Para ayudar a conciliar el sueño podemos aplicar unas gotas debajo de la almohada, para los episodios de migraña o jaqueca, aplicaremos unas gotitas en las sienes, aplícalo directamente en cualquier cicatriz o picadura y si tienes el pelo graso, añádelo a tu champú habitual y por supuesto, si quieres tener presente en tu hogar, el olor de los campos de lavanda, puedes poner unas gotas en un humificador.
Emprendemos el camino hacia Trillo y en la carretera hacemos una parada para conocer Cívica, una formación que se comenzó a esculpir en las cavidades de una piedra porosa debido a la acción del agua y que un sacerdote excavó y trabajó para crear unas estructuras de barandillas y escalinatas en piedra que ahora resultan muy vistosas. Los más optimistas la denominan la Petra española, pero sin necesidad de crear tantas expectativas, seguro que a los niños les llamará la atención.
Trillo, Fuente de energía
Trillo siempre ha estado relacionado con la energía y un buen punto de partida para entenderlo es su Museo Prometieron dedicado a la Energía en el molino junto a sus cascadas que se utilizaban para la producción de energía hidroeléctrica. La visita al museo comienza con el mito de Prometeo que roba el fuego a los dioses para dárselo a los hombres y cómo desde el principio de los tiempos el hombre ha utilizado la energía hasta la energía nuclear en nuestros tiempos. La planta de abajo muestra la historia del antiguo molino desde el uso de la molienda a la utilización del salto de agua para generar energía eléctrica. El entorno del museo entre las cascadas es realmente bucólico y en Navidad se instala aquí un Belén a tamaño real que se puede observar desde la pasarela.
En el centro de la localidad, junto al museo, las aguas del río Cifuentes caen en espectaculares cascadas al cauce del Tajo que atraviesa el puente de origen árabe con la peculiaridad de que sólo tiene un ojo.
Además del Museo de la energía, Trillo cuenta también con un museo etnográfico que en su planta superior recrea estancias de viviendas y oficios de principios del siglo XX como una clase, una peluquería, carpintería o herrería. Los abuelos van con los niños y les enseñan como eran las casas de sus abuelos cuando ellos eran niños.
A las afueras de Trillo se encuentran los Baños de Carlos III, recientemente restaurados y convertidos en balneario. En su exterior se pueden contemplar todavía los restos de las bañeras de mármol junto al río. Al otro lado del puente se encuentra el complejo turístico El Colvillo. Eran las antiguas casas de los ingenieros que hicieron la central de Trillo. Ahora es propiedad del ayuntamiento que lo ha convertido en un complejo con bungalows y casas independientes para familias con restaurante, tirolinas y zona de baño en el río. Perfecta para unas vacaciones de relax en familia.
Cifuentes, ciudad de mujeres poderosas
La última localidad alcarreña de nuestro recorrido es la ciudad de las 100 fuentes con su plaza típicamente castellana con soportales. Esta localidad ha tenido a lo largo de la historia varios momentos de esplendor. Alfonso X el Sabio se la dona a su amante Doña Mayor Guillén de Guzmán que creará el Molino que dará rentas al pueblo y creará el sistema amurallado de defensa. La hija de ambos, Doña Beatriz, será reina de Portugal pero la nieta será madre abadesa por lo que no tendrá hijos y la localidad vuelve a la corona. En el siglo XIV, el rey dona Cifuentes al infante don Juan Manuel, autor del libro El conde Lucanor, que levantará el castillo. Posteriormente pasa a la familia de los Silva, condes de Cifuentes cuyo símbolo es el león rampante que aún se puede ver en la fachada del hogar del jubilado, antiguo palacio de la familia. Esta es la familia materna de la Princesa de Éboli, Ana de Mendoza, que nació en Cifuentes y fue bautizada en la iglesia del Salvador bajo el nombre de Juana de Silva.

El púlpito De la Iglesia del Salvador tiene una cara de un joven y un anciano. Descubre su significado.
Esta iglesia merece una visita, de estilo románico cisterciense con arcos y bóvedas góticas. El púlpito tiene una curiosa historia que Cela narra en su viaje a La Alcarria. Al parecer, según le contó el cura, lo encontró en el museo arqueológico de Madrid en el año 46 y les solicitó su devolución. Ante la negativa del museo, fue con un vecino que tenía una camioneta y les dijo “venga ese púlpito que es mío, y lo cargué”. Anecdóta o realidad, el caso es que podéis deteneros con vuestros peques a observar la figura que hay bajo el púltipto en la que se ven dos caras. Una de un joven y otra de un viejo, ambos con un libro. Se trata de una representación del antiguo y el nuevo testamento.
Por Cifuentes pasa el camino de Santiago en lo que se viene a llamar el camino de la lana que ya hemos mencionado al hablar de la Real Fábrica de Paños. Este camino continúa hacia Segovia y Burgos. Como ocurre en todos los templos de la edad media, la portada de Santiago de la Iglesia del Salvador es una auténtica catequesis en la que se destacan a la derecha las siete virtudes celestiales y a la izquierda los siete pecados capitales. En esta fachada el león es símbolo de resurrección porque los felinos cuando nacen no ven hasta los tres días.
Salimos de Cifuentes deleitándonos en la balsa del Molino y recordando el pasaje del Viaje a la Alcarria de Cela: “En la balsa del molino se baña una bandada de patos domésticos, graciosos, que tienen una plumita arqueada y brillante en la cola, una plumita de color gris con reflejos verdes y azules y colorados. Algunos patos duermen en la orilla, unos de pie y otros echados, con la cabeza escondida en el ala. Otros pasean graznando y moviéndose para los lados como marineros. El Viajero se asoma al pretil del puente, a vara y media del agua, y les echa unas migas de pan. Los patos acuden, presurosos, batiendo las alas sobre el agua”.
Disfruta del viaje a La Alcarria con tus hijos y recuerda llevar migas de pan para los patos.