Las croquetas son una apuesta segura cuando se sale a comer con niños. Aquí os dejamos una selección de restaurantes de Madrid donde podréis disfrutar de las más sabrosas.

 

Esta receta de origen francés se ha adaptado a nuestra gastronomía convirtiendo a la croqueta de jamón ibérico en la más tradicional. Aquí tienes algunas de las más espectaculares y otros sabores que no te esperas.

 

Casa Labra (c/ Tetuán, 12)

Es una de las tabernas tradicionales con más solera de la ciudad. Abierta en 1860, su propuesta se basa en las recetas de toda la vida, aunque con el tiempo las han ido actualizando. Su especialidad son las croquetas de bacalao, pero también las ofrecen de jamón y de gambas al ajillo, a un precio de 1,25€ la unidad.

 

El Jardín de Alma (Arturo Soria, 207)

Producto, calidad y tradición son los tres pilares que definen la cocina de este vergel de Arturo Soria que se ha convertido por derecho propio en uno de los imprescindibles de la capital. Cualquier época del año es buena para acercarse a este maravilloso espacio y disfrutar de un clásico de la carta presente entre los ‘Bocados con Alma’, las croquetas cremosas de jamón ibérico.

 

Arallo (c/ de la Reina, 31)

Con alma atlántica, este restaurante cuenta con una amplia barra frente a la cocina completamente abierta desde donde disfrutar de un showcooking en constante movimiento. Su propuesta es una croqueta-nigiri de corvina, de salsa verde y corvina curada (9€, 2 unidades)

 

Santerra Neotaberna (c/ Ponzano, 62)

Es la croqueta de las croquetas. En 2018, la elaboración de Miguel Carretero se alzó con el premio a la Mejor Croqueta de Jamón Ibérico del Mundo y en 2022 fue galardonada como Croqueta Campeona de Campeones. En la taberna informal de la calle Ponzano ofrecen 2 unidades por 12€, aunque también está disponible en el restaurante gastronómico Santerra por 3€ la unidad.

 

Casa Carola (Padilla, 54)

El amor a primera vista también existe en los fogones. Y eso es lo que le pasó a Jaime Rivero, fundador de Casa Carola hace ya ¡¡25 años!!, cuando probó el cocido de Carola. A partir de ese momento nace este restaurante especializado en uno de los mejores cocidos madrileños de la capital. El menú, con un precio fijo de 32’90 € por persona, incluye de aperitivo una copa de cava con nuestra protagonista, la croqueta de cocido.

 

Bar Carallo (c/ Serrano, 45)

Taberna gallega situada en la milla de oro de la capital. Ofrece una cocina tradicional gallega de alto nivel en horario ininterrumpido. Cuentan con dos recetas para elegir: croquetas de zorza o croquetas de mejillón tigre. El precio de 3 unidades es de 10,50€.

 

La Taberna de Elia (Vía de las Dos Castillas, 23. Pozuelo de Alarcón

Tras más de 15 años con la brasa a pleno rendimiento, La Taberna de Elia, un clásico imprescindible en el panorama gastronómico nacional, sigue al pie del cañón como uno de los mejores templos carnívoros. Para muestra, nada como sus finísimas croquetas de 4 sabores distintos (jamón, fabada, cecina y queso) y se venden por unidades.

 

Casa MarTha (c/ Ortega y Gasset, 72)

Recientemente abierto en el barrio de Salamanca, este bar de tapas de origen mestizo está conquistando paladares con sus croquetas de centolla y croquetas de cecina, que sirven a 8,50€ la ración de 6 unidades.

 

La Terraza del Santo Domingo (San Bernardo, 1 esquina plaza de Santo Domingo)

Subir a las alturas de este acogedor espacio, perfectamente acondicionado en invierno con estufas, y contemplar unas espectaculares vistas 360º de la ciudad es toda una experiencia que solo puede mejorar pidiendo una ración de este suculento bocado. Además, los sabores variados de los que disponen harán las delicias de todos los paladares, de gambas, atún, bacalo y jamón ibérico. ¡Un must de la carta para disfrutar en familia!

 

Uskar (Alonso del Barco, 11)

Uskar es el bar restaurante de la zona de Embajadores que bien merece la visita para disfrutar de una cocina de mercado, de autor y de la abuela ‘con vanguardia’… porque así de variopinta es la carta de José Miguel Valdivieso, chef y propietario de este sorprendente rincón, junto a su mujer, Rita García Fuster. Las croquetas las venden por unidades -a 1’60 €-, por lo que se pueden pedir de varios sabores como jamón, chipirones y camarones.

 

La Primera (Gran Vía, 1)

Este local del grupo Cañadío mantiene sus raíces cántabras en un entorno muy elegante y en una ubicación privilegiada. Las recetas cuentan con el sello de Paco Quirós y, en este caso, ofrecen croquetas de lacón y huevo cocido (14€ la ración).

 

Villoldo (Lagasca, 134)

En esta casa de comidas que acerca Palencia a la capital, cada almuerzo o cena se convierte en una experiencia única gracias a la combinación perfecta de su excelente producto y servicio y una carta donde todo apetece de principio a fin. ‘La culpa’ la tiene Pilar Pedrosa, que lleva más de 40 años haciendo unas recetas que enamoran como por supuesto, lo hacen sus croquetas de la casa de jamón de bodega y queso de oveja.

 

La Tajada (c/ Ramón de Santillán, 15)

En este proyecto de Iván Sáez, la carta está diseñada para compartir, en elaboraciones sencillas, con productos de temporada y para el día a día. Su croqueta artesana de jamón cuesta 1,50€ la unidad y puede disfrutarse en su restaurante de la zona de Chamartín o pedirla a domicilio.

 

Volea (Pedriza, 6. Club Mad4Padel. Pozuelo de Alarcón)

Óscar Portal -en los fogones- y Jorge Dávila -en la dirección-, han convertido este restaurante ubicado dentro de un club de pádel en todo un referente gastronómico de la zona. Sentarse en cualquiera de sus tres espacios -sala, barra o terraza- es una experiencia única, casual y divertida, de esas que siempre apetecen y gustan a toda la familia. Su cocina está basada en la materia prima y la estacionalidad de la misma pero nunca faltan sus deliciosas croquetas cremosas de jamón con romescu.

 

Piantao (c/ Sagasta, 30; y Paseo de la Chopera, 69)

El chef argentino elabora una croqueta de asado argentino con costillar ahumado durante cinco horas. Después de desmigar el costillar, cocina la mantequilla con la cebolla blanca picada e incorpora harina, sal y pimienta; al que añade, al final, el asado desmigado. Tras dos horas en frío, corta la masa en cubos, reboza las croquetas en pan rallado, huevo entero batido con un poco de sal y pimienta; y termina con panko. Las decora con una emulsión de eneldo y unas hojas de eneldo fresco. La ración, a 15,90€, está disponible en sus dos locales.

 

Quinqué (c/ Apolonio Morales, 3)

Es una gran casa de comidas asturiana en el barrio de Chamartín, con tres años de recorrido. El chef Miguel García y su equipo, elaboran diariamente una receta de croquetas de jamón donde la clave está en la bechamel, elaborada con leche fresca donde infusionan los huesos de jamón. Al sofrito de la bechamel añaden la grasa del jamón ibérico y el resultado es una croqueta muy ligera y potente de sabor. Las comercializan por 1,90€ la unidad; 7,50€ la ración de 4 unidades o 14,80€ la ración de 8 unidades.

 

Sagrario Tradición (Plaza del Valparaíso, 3)

Este restaurante nació con un objetivo: preservar la cocina tradicional española, respetando el producto y actualizando las recetas siguiendo las tendencias actuales. Su croqueta es de entraña a la parrilla y sam de ali-oli de cecina (3,50€ la unidad).

 

Sr. Ito (c/ Marqués de Riscal, 6)

Esta taberna japo-cañí abrió hace menos de un año. Tiene un estilo propio, desenfadado, pero de altísimo nivel. En esta fusión de culturas han creado una croqueta de jamón con velo de papada ibérica, shichimi fresco sobre crema de sésamo negro dulce (4,50€ la unidad).

 

Taberna Pedraza (c/ Recoletos, 4)

Famosa por la tortilla de patatas al estilo Betanzos, también las croquetas ocupan un lugar destacado en su carta. Las cremosas de jamón de bellota 100% ibérico puro (2,30€ unidad) o las de merluza gallega (2,40€ unidad) han enamorado al público por la calidad de la materia prima, elaboración tradicional y textura.

 

Treze (c/ General Pardiñas, 34)

Saúl Sanz ha conquistado a sus clientes con su famoso cocido y los platos de caza en temporada, pero en su recetario no faltan unas melosas croquetas de jamón ibérico, que se pueden degustar tanto en su salón como en la zona de barra con mesas altas. La ración de 10 unidades cuesta 10€ y la media ración de 6 unidades, 6€.