La provincia de León atesora un gran patrimonio industrial fruto de su pasado minero que ha marcado el carácter de sus habitantes. Desde las minas de oro de la época de los romanos, las minas de carbón que funcionaron hasta hace no tanto, o la ferrería más moderna de su época,  pasando por la infraestructura ferroviaria que facilitó la instalación de la primera central eléctrica de España.

Un gran recorrido en familia para aprender sobre la producción de la energía, la dureza del trabajo del minero y a la vez disfrutar de los paisajes y arquitectura popular del Bierzo leonés.

Museo de la siderurgia y la minería de Castilla y León

 

Tiene su sede en la Ferrería de San Blas, considerada la catedral del hierro de Sabero, este Museo de la Siderurgia y la Minería presta especial atención a las visitas de los niños con material didáctico y espacios dedicados a ellos como El Rincón del Guaje. Una gran nave neogótica de ladrillo con una gran nave central con arcos apuntados donde se instaló la primera industria siderúrgica de España en 1846. La ferrería de San Blas incorporó como innovación tecnológica el uso del vapor a presión y el carbón cok para alimentar las máquinas traídas desde Gran Bretaña. Una innovación que tan sólo duró 16 años abierta por la falta de conexión ferroviaria que no llegó hasta 1899. Prepara tu visita con los niños con las guías didácticas que ofrece el museo y así sabrán reconocer el martillo pilón o el tren de laminación.  La Ferrería de San Blas y los restos del Alto Horno que podrás ver fuera son el único vestigio que queda en España de una instalación industrial de la época, y por ello están declarados Bien de Interés Cultural.

El recorrido del museo se divide en dos partes, por un lado, todo el proceso del trabajo del hierro desde los grandes hornos que calentaban el vapor hasta las máquinas que alimentaba para transformar el hierro y sus usos. En esta ferrería se construyeron las barandillas de los balcones de la plaza mayor de Madrid.

La segunda parte de la visita se centra más en el trabajo de la mina del carbón que se utilizaba para calentar los hornos. Elementos de extracción del carbón y algunos tan curiosos como la jaula del jilguero que se utilizaba para detectar grisú, el gas mortal que en ocasiones se desprende en las minas de carbón. Esta jaula tenía un pequeño depósito de oxígeno que se abría cuando el pequeño pájaro caía desmayado al detectar el grisú.

En el entorno también puedes visitar los castilletes Herrera I y Herrera II, de la primera mitad del siglo XX. Desde la misma ferrería puedes iniciar la Ruta de las Minas, un recorrido circular de 9 kilómetros que recorre erminas, bocaminas, miradores fuentes y hasta una mina a cielo abierto.

Entrada: 2€ Menores de 8 años gratis.

 

Museo del Ferroviario de Cistierna

 

Ya han visto los niños la importancia que tenía el transporte ferroviario para la industria y la generación de energía. Pues es el momento de conocer cómo era la vida del ferroviario. El Museo del Ferroviario se ubica en una pequeña localidad de la montaña oriental leonesa cuya historia cambió en 1894 al inaugurarse la línea férrea que unía La Robla con Balmaseda. Ubicado en el antiguo economato del ferrocarril cuenta con tres salas. La primera muestra un interesante conjunto de objetos como gorras, ollas ferroviarias, briquetas o la recreación de la oficina del jefe de estación con la maquina expendedora de billetes. Los niños saldrán del museo con su billete personalizado con el día de su visita. La segunda sala ofrece un audiovisual sobre los más de 100 años del ferrocarril de Hullero y la tercera un taller de reparación de los trenes con la antigua maquinaria que incluso podrás ver en funcionamiento.

La mejor forma de culminar la visita es con una contundente olla ferroviaria. Ya habrás visto en el museo las ollas adaptadas a la locomotora para aprovechar el calor del vapor. Así se iba haciendo la comida durante el trayecto y les permitía comer caliente en una parada. Al puchero se le echaba lo que tenían a mano. Actualmente se elabora con alubias, verduras, carne, tocino, chorizo y morcilla. Lo mejor que puedes hacer con tus hijos es ir a probarla después de tu visita al museo bien en el restaurante La Camperona en el propio Cistierna o en el Mesón La Tejera en Valmartino. Conviene reservar antes de la visita.

Reservar entradas al museo en la Oficina de Turismo en el teléfono 987700002.

Pozo Julia de Fabero, el día a día del minero

 

La visita al espacio minero de Pozo Julia es, posiblemente, la que mejor muestra la dureza del trabajo del minero. Un completo recorrido que va mucho más allá del gran castillete que se ve a la llegada. En la página web de Pozo Julia tienes disponibles audioguías para niños y para adultos para seguir la visita. Las puedes escuchar online o descargarlas antes de tu visita. Lo que primero verás será la lampistería donde los mineros recogían su casco y su lámpara. A continuación, pasas al vestuario de los mineros. Un lugar de lo más sobrecogedor con los uniformes colgados del techo por un sistema de poleas. Era el sistema que se utilizaba para que se secaran para el día siguiente, pero la imagen resulta fantasmagórica. Tras el vestuario está la zona de las duchas. Muy diferentes las de los mineros que la de los vigilantes o los facultativos. El final del recorrido de se sitúa en la sala de Compresores y la sala de máquinas. Tres grandes máquinas de los años 60 que conducía el aire comprimido a todos los rincones de la mina y la maquinaría que controlaba las jaulas del castillete para subir y bajar a los mineros y el carbón.

 

 

Al salir de este edificio se pasa a una simulación de mina que se ha construido alrededor del castillete para mostrar los oficios del interior de la mina haciendo sentir al visitante que están en una mina real. Desde el barrenistas, entibador, picador, o estemplero. Mediante audiovisuales, efectos de sonido y recreaciones se da una idea de la dureza del trabajo de la mina que en ocasiones no le quedaba más remedio que trabajar tumbado por el poco espacio del que disponía.

La visita en Fabero se completa con la Escuela del Ayer, el economato, el Museo Casa Minera y el Aula Paleobotánica. Para concertar las visitas es necesario contactar por mail con el Ayuntamiento de Fabero.

Las Médulas, el oro del Imperio Romano

 

En la provincia de León se explotó una mina de oro que suministró este valioso metal a todo el Imperio Romano. Las Médulas fue la mayor mina a cielo abierto del imperio. Desde el mirador de Orellana observarás el peculiar paisaje que ha dejado la técnica  que utilizaron los romanos que llamaban “Ruina Montium”. El sistema construido mediante una canalización hidráulica de cientos de kilómetros cavados en la roca que conseguían derrumbar grandes masas de monte empleando el agua a presión a través de los túneles. Las Médulas supuso un cambio en la explotación de los recursos en la antigüedad. Hoy está declarada Patrimonio de la Humanidad desde el año 1997.

Comienza tu visita en el aula pedagógica, así entenderás cómo era el método de extracción y las grandes obras de ingeniería que realizaron los romanos para canalizar el agua y extraer el oro. Continúa subiendo al mirador para observarlas desde arriba. Una vista impresionante que da una idea de lo que supuso en tiempo romano. A partir de aquí, no puedes irte sin realizar una ruta al interior de las Medulas. Existen diferentes rutas en función del tiempo y dificultad. Entre las más recomendadas son las Senda Perimetral, más completa, y la Senda de las Valiñas, más sencilla. En cualquier caso desde el Centro de recepción de visitantes se organizan rutas y también os darán indicaciones si queréis hacerlo por libre a vuestro ritmo.

También puedes contratar con Civitatis una visita guiada por las Médulas. Una vez allí, harás un recorrido de dos horas a pie con guía por este paraje único. La visita guiada por Las Médulas comienza caminando hasta alcanzar el inicio de la Senda de las Valiñas, donde están sus castaños centenarios y las huellas de su antigua actividad minera. Llanuras artificiales de arena rojiza os servirán como vías de acceso a zonas como el lago Carucedo, un humedal protegido que se formó por el taponamiento de un valle debido a los residuos de la mina. Y no solo eso, sino que ireis hasta el mirador de Orellán, donde finalizará el recorrido.

 

La Fábrica de la Luz y la Térmica Cultural en Ponferrada

 

En Ponferrada se instaló la primera central eléctrica de España. Ahora es un espacio industrial abierto a la visita que hará que tus niños se sientan como en Gotham. Este museo de la energía es un espacio de ocio divulgativo y cultural donde la energía es siempre protagonista. Los niños descubrirán cómo se producía la electricidad partiendo del carbón a principios del siglo XX. Este viaje al pasado empieza en una locomotora de vapor que tiraba de los vagones que transportaban el carbón desde las minas hasta las centrales térmicas. Pero la nave más impresionante, situada en el edificio anexo al que se llega a través de un puente, es el edificio de calderas. Una estructura metálica de hierro que se alza en tres niveles albergando las calderas y cubierto por un gran conjunto de vigas metálicas en celosía.  La audioguía puede descargarse aquí. El museo realiza actividades didácticas dirigidas a familias como talleres relacionados con la energía y recursos didácticos en forma de cuentos que os servirán para preparar la visita.

 

 

Al otro lado de la carretera encontrarás La Térmica Cultural. Un gran espacio cultural ubicado en las instalaciones de la central térmica de Compostilla, en una zona elevada, cerca del río Sil y al pie del Camino de Santiago. Más de 6.500 m2 dedicados a exposiciones y eventos divulgativos durante los fines de semana de acceso completamente gratuito, aunque requiere de reserva de entradas previa. Entre sus instalaciones destacan un simulador virtual que pone al visitante al mando de una sala de control bajo la premisa Enciende la Térmica. Un viaje inmersivo con gafas de realidad virtual por todo el proceso de la generación eléctrica desde el cargamento del carbón hasta el interior de las torres de refrigeración. Uno de los espacios más espectaculares del recinto es el denominado Fuego Verde. La antigua sala de calderas ha sido invadida por grandes ejemplares de helechos origen del carbón que millones de años después se saca de las minas.