En vacaciones la alimentación de los niños se relaja. De hecho, muchos padres se quejan de que en los bufets y menús infantiles las opciones para los más pequeños se centran en pizza, pasta y rebozados. Lloret de Mar, destino de turismo familiar, lanzó en 2022 un sello de alimentación infantil buena, sana y sostenible para que los niños coman bien también en vacaciones.

 

Para Lloret de Mar, como gran destino turístico familiar, la salud ha pasado a ser estratégica y especialmente entre los más pequeños. Una nueva acreditación de alimentación infantil buena sana y sostenible, llamada “Little Foodies” desarrollada junto a la Fundación Alicia (fundación privada de investigación y ciencia en torno a la alimentación) se lanzó el año pasado y se irá implantando paulatinamente en hoteles y restaurantes de Lloret. El objetivo es que los niños, incluso de vacaciones con sus familias, no tengan que comer los tan manidos menús infantiles de carne rebozada, macarrones y pizza.

Descubrir la gastronomía local y comer toda la familia alimentos de temporada y kilómetro cero, siempre adaptado a los gustos infantiles y en raciones más pequeñas formará parte de la experiencia vacacional. Con más 5.000 plazas hoteleras certificadas sin gluten, más de 25 establecimientos certificados en alimentación mediterránea, que es un sello de la agencia de la salud pública de Cataluña, ahora se unen 14 hoteles y  5 restaurantes del destino acreditados que ofrecen una alimentación saludable a los niños en sus vacaciones. Los podrás reconocer gracias al distintivo Little Foodies que exponen en la entrada.

Little Foodies acredita que los establecimientos que han pasado la auditoria garantizan una alimentación sana, variada y equilibrada para los niños durante sus vacaciones, tan demandadas por las familias. Se basa en la estrategia de los porcentajes en el método del plato que se debe repartir con un 50% de verduras, 25% de hidratos y un 25% de proteína. Pero más allá de porcentajes, la certificación se basa en un total de 29 criterios que garantizan un análisis de 360º sobre todos los aspectos de la alimentación, sin perder de vista que tiene que ser sabrosa y entrar por los ojos a los niños.

Alimentación sana para los niños

La oferta de restauración familiar debe ser, ante todo, segura. Por eso se tiene especial cuidado en que las elaboraciones estén presentadas de forma segura para los más pequeños (sin espinas, huesos pequeños o caparazones) y con adaptaciones a alergias o intolerancias alimentarias. Hay algunas intolerancias que son bastante comunes en la infancia como la alergia a la proteína de leche de vaca, al huevo, al pescado, a los frutos secos, la intolerancia a la lactosa o al gluten. Esto se ha tenido en cuenta para que siempre haya alternativas en estas circunstancias.

Siempre le decimos a los niños que hay que comer de todo. Pues en los establecimientos de Lloret acreditados con el Sello Little Foodies es una realidad, ya que están obligados a que el 25% de los primeros platos sean verduras o legumbres y que el 50% de los segundos platos sean pescado o marisco, como fuente de proteína animal saludable y una oferta vinculada al territorio como entorno costero. Todo se cocina con aceite de oliva y en el caso de los aliños se utiliza aceite de oliva virgen. En los postres llegan las mayores tentaciones cargadas de azúcar y productos ultraprocesados. Little foddies establece que el 50% debe ser a base de fruta (entera y en un formato atractivo) y lácteos sin azúcar. Así os será fácil encontrar, pinchos de fruta, macedonia, yogur con fruta o manzanas al horno. También hay presencia de alimentos integrales.

Productos de temporada

La presencia de alimentos frescos, de temporada y proximidad siempre es una garantía de calidad, y si los niños no se lo comen todo, los establecimientos os facilitarán un sistema para llevar las sobras, cosa que agradeceréis si el niño a las dos horas dice que tiene hambre. Así se respeta la sensación de hambre del niño sin obligarle a comérselo todo. En vacaciones se trastocan muchos horarios y costumbres y puede afectar a su apetito, a lo mejor simplemente porque les puede el cansancio.

Por supuesto, el menú de los niños tiene un precio adaptado ya que los más pequeños necesitan menos cantidad, con lo que las familias agradecerán la flexibilidad de poder pedir medio menú, medias raciones o el propio menú infantil. Así se podrán adaptar a los diferentes perfiles de edad de los niños porque ya sabemos que un niño de cuatro años no come lo mismo que uno de 12. Además, para fomentar prácticas saludables, el agua es más barata para los niños respeto a otras bebidas azucaradas.

Respecto a las elaboraciones, el proyecto de alimentación infantil de Lloret de Mar se propone salir de las elaboraciones poco saludables a las que se suele limitar la oferta gastronómica infantil, así que se propone incluir un mínimo de tres tipos de cocciones diferentes como plancha, vapor, horno, hervido… A veces, basta con realizar pequeños cambios a los platos de la carta más atractivos para los niños adaptando cantidades y eliminando texturas y gustos que los niños suelen rechazar como el amargo o las texturas fibrosas.

Un espacio adaptado a las familias

 

El espacio en el restaurante también es importante para que una familia pueda comer tranquila sin estar pendiente de si están molestando al resto de comensales por eso el programa Little Foodies también se ocupa del acceso, el espacio para dejar los cochecitos, las tronas o los cambiadores. En definitiva, un espacio donde el niño es considerado un comensal más y las familias tengan la libertad de pedir que le calienten un biberón o poder dar el pecho dentro del establecimiento.

 

La comida entra por los ojos

 

El objetivo es que el niño coma de todo, con lo que el plato tiene que ser atractivo con presentaciones y emplatados originales y coloridos, además de crear un ambiente y un servicio acogedor para las familias y una oferta gastronómica que estimule el interés por probar alimentos nuevos.

Los tiempos de los niños y de los adultos no son iguales a la hora de comer por lo que se fomenta en estos establecimientos certificados con la marca Little Foodies la oferta de materiales de entretenimiento como libros infantiles, cuentos, juguetes o láminas para y colores para dibujar serán vuestros grandes aliados para una sobremesa sosegada y agradable que os permita disfrutar de vuestras vacaciones.

En lo que sí se insiste desde Lloret de Mar es que la experiencia a la mesa sea igual para los niños, es decir, que la línea gastronómica del restaurante debe seguirse en las opciones para los niños para que a todos les llegue el rico patrimonio gastronómico de Lloret y de la cocina catalana. Y es que, si en muchas ocasiones el comedor escolar es la vía para que los niños prueben nuevos sabores, también las vacaciones pueden cumplir esa función de descubrimiento gastronómico en un ambiente lúdico y distendido junto a sus padres. Todos recordamos algunos lugares por lo que comimos allí, y los niños con más razón si es donde descubrieron un plato por primera vez.

Para más información sobre el proyecto, se puede consultar: https://littlefoodies.lloretdemar.org/es