Lloret es mucho más que playa, son acantilados espectaculares, naturaleza exuberante y bosques que se pueden disfrutar en familia en cualquier época del año a través de sus caminos de ronda y sus talleres para las familias.

La mejor forma de conocer la esencia de la Costa Brava en Lloret de Mar es recorrer sus Caminos de Ronda atentos a las escarpadas rocas que mueren en su litoral entre playa y playa y que hacen de esta tierra un entorno singular con una flora única originada por la orografía en la que la montaña termina directamente en el mar. Estos caminos de ronda siguen el trazado de los antiguos caminos que se utilizaban para la vigilancia ante ataques marítimos o de piratas, todo un aliciente para recorrerlos en familia imaginando mil y una aventuras.

cami de ronda en familia Lloret de Mar

Los caminos de ronda ofrecen una actividad en familia para hacer ejercicio y descubrir paisajes maravillosos.

Los Caminos de Ronda de la Costa Brava a su paso por Lloret de Mar se han puesto en valor y habilitado para recorrerlos en un itinerario de una belleza singular paralelo al horizonte. Este verano ha finalizado el último tramo que permite conectar al 100% el Camino de Ronda entre la Playa de Fenals y la Playa de Lloret. Este trayecto pasa por el Castillo de Sant Joan, donde disfrutarás de unas vistas espectaculares de Lloret y su entorno en un abanico de azules entre el cielo y el mar y termina poco después de llegar al monumento a la Dona Marinera, la venus de Lloret que se alza mirando al mar esperando a su marinero.

dona marinera Lloret de Mar homenaje mujeres

La Dona Marinera homenajea a las mujeres de Lloret que se encargaban de la familia mientras los hombres se lanzaban a la mar.

Durante el recorrido, subidas y bajadas y una parada obligada en Cala Banys, donde encontrarás un bar rodeado de palmeras donde reponer fuerzas. Ten en cuenta que estos caminos no son muy accesibles con lo que no es posible recorrerlos con carrito de bebé, así como no es recomendable hacerlo con niños muy pequeños, pero seguro que será una gran actividad para compartir con niños más mayores.

Sant Pere del Bosc

san pere del Bosc entre pinares

Desde la Cruz de término hay una vista bucólica de la abadía hoy convertida en hotel de lujo.

 

En el interior de Lloret tienes una joya escondida entre pinares. Se trata de una antigua abadía benedictina, convertida hoy en el hotel-restaurante de lujo. El monumento, que fue reformado en el siglo XIX por el arquitecto Puig i Cadafalch, bien puede ser el colofón de una ruta circular, donde disfrutar de la gastronomía Lloretense. El camino transcurre por un bosque mediterráneo salpicado de patrimonio como el monumento y las casitas del Ángel o la Cruz de Término y la capilla de la virgen de Gracia. El conjunto patrimonial se Sant Pere del Bosc tiene más de mil años ya que los orígenes del monasterio datan del año 986.

A medida que te acercas a la antigua abadía, la vas vislumbrando entre los pinos con un halo de misterio que esconde su propia historia. Se salvó gracias a la intervención de la familia Font, más en concreto de Nicolás Font que volvió con una gran fortuna de hacer las Américas. Cuenta la leyenda que Nicolás quería cubrir el suelo con monedas de oro, para lo que tuvo que pedir permiso al rey ya que, si las ponía de cara, la gente pisaría la cara de monarca y si las ponía de cruz, se pisaría el escudo del país. La respuesta de la casa real es que las pusiera de canto, con lo que Nicolás se vio obligado a descartar la idea. Verás la estatua de mármol de Nicolás en la plaza de la entrada al complejo.

La abadía ofrece una agradable terraza en la que tomar algo tras la caminata.

Podrás disfrutar de su paisaje, visitar sus bodegas o darte un homenaje con su menú degustación con productos cultivados en la propia abadía en uno de los mejores restaurantes de Lloret, o una comida más informal en su terraza con vistas a la piscina salina.

Talleres de biología marina en Lloret de Mar

En los talleres de biología marina los niños descubrirán la biodiversidad del mar.

En la playa de Fenals se encuentra la Casa del Mar, una antigua casita de baños de la finca de Can Roviralta que ha sido rehabilitada por el ayuntamiento y se utiliza como centro de interpretación ambiental para la difusión del medio natural. Desde este punto se organizan regularmente actividades para niños y familias encaminadas a descubrir, aprender y disfrutar de la naturaleza.

Tras el trabajo de campo, los niños verán a través del microscopio los secretos de la biología marina.

Durante el mes de octubre, los sábados por la mañana se celebra un taller de biología marina en las rocas de la playa. Se sale de la Casa del Mar con los guías especializados en biología para conocer y descubrir los organismos que vienen en la playa entre las rocas. Los niños van a poder verlos de cerca y conocer como conservarlos y preservarlos. Es una actividad dirigida a niños a partir de cinco años acompañados de sus padres. Solo tienes que equiparte con el calzado adecuado para andar entre las rocas y disfrutar de lo que el mar ofrece. Puedes reservar tu plaza en este enlace.

El poblado ibérico Turó Rodó

El poblado ibérico Duró Rodó muestra en qué consistía la arquitectura de barro.

Seguro que, en tu visita al Castillo de Lloret, te han llamado la atención indicaciones al poblado ibérico de Turó Rodó. No te puedes ir de la localidad sin visitarlo, no solo por los restos arqueológicos sino también por las vistas que desde allí se pueden disfrutar.

El poblado data del siglo III a.C. del que se han rehabilitado una serie de viviendas inscritas en lo que se llama arquitectura de barro, ya que están realizadas con un zócalo de piedra para aislar de la humedad sobre el que se levanta la pared y el techo con barro y elementos vegetales sobre un entramado de cañizo. Las viviendas, a las que este año se une una nueva reconstrucción, están adosadas a la parte interna de la muralla y se abren, al sur, a una plaza. En el interior de las casas, compuesto por dos ambientes, se han reproducido diferentes escenas de la vida cotidiana como un telar, la chimenea, los molinos de piedra o los trabajos de cestería. La muralla, que se conserva casi íntegra, servía de defensa de la tramontana y de los ataques con el sistema de doble pared y relleno interno de pequeños guijarros. Una oportunidad de conocer cómo vivían los primeros habitantes de Lloret.

Uno de los elementos que se han recreado es un telar con el que elaboraban sus propios tejidos.

 

Lloret de Mar ofrece una escapada perfecta para toda la familia en cualquier época del año. Disfruta de todo lo que puedes hacer en Lloret fuera de la temporada alta. Déjate sorprender por un Lloret que no esperas.