Como algunos otros pueblos o ciudades castellanoleonesas, la zamorana Toro es una auténtica lección de historia viva. Un gran museo con más puntos de interés de los que uno puede esperar. Recorrerla en familia es aprender sin querer, disfrutando de una las más sorprendentes y mágicas ciudades esencia de Castilla y León

 

Pasear por la muy noble, muy leal y antigua ciudad de Toro es contemplar viviendas de ladrillos y madera, construcciones de dos o tres alturas, pórticos, ventanales, enrejados, palacios de sillería, escudos heráldicos, adivinar hermosos patios interiores en numerosas casas, e incluso asombrarse con modernos grafitis que embellecen deterioradas fachadas y puertas… Y sobre todo muchos monumentos. Tanto es, que Toro está declarada de Interés Turístico y Conjunto Monumental Histórico Artístico desde 1963.

Su rico patrimonio de más de cuarenta puntos de interés, veintiséis iglesias, monasterios y palacios guardan el legado románico, mudéjar, barroco, isabelino o modernista que en ella dejaron el paso de nobles y reyes, los moriscos y judíos que allí vivieron y las órdenes militares y religiosas que acogió.

 

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Llena de historia

 

 

La historia de Toro se remonta a época celtíbera, de donde procede uno de los “monumentos” emblemáticos de la ciudad: el Toro de Piedra, la figura esculpida en granito, perteneciente al grupo de esculturas denominadas “verracos” características de épocas prerrománicas.

Y si artísticamente empezó a vivir su esplendor en el tránsito del románico al gótico, traducido en el inicio de la construcción en el siglo XII de su Catedral, que acabó convirtiéndose en la magnífica Colegiata de Santa María la Mayor a finales del siglo XV bajo el reinado de los Reyes Católicos, fue en esa época cuando también se escribieron grandes episodios de la historia toresana.

 

Colegiata-de-Toro

 

Toro fue cuna del rey Juan II de Castilla y testigo años después del enfrentamiento entre Juana la Beltraneja e Isabel la Católica, en el marco de la guerra de sucesión al trono. Años más tarde, en 1505, fue el lugar elegido por Fernando el Católico para celebrar las Cortes declarando reina a su hija Juana y promulgando las conocidas Leyes de Toro (83 en total, que sirvieron de base para el Código Civil). También fue parte activa en las luchas de las Comunidades años después, en la época del emperador Carlos I.

Muy ligado a la historia de la ciudad está su vino, el vino de Toro, muy cotizado ya de antiguo, al que elogiaban los peregrinos que contaban maravillas del “elixir calórico de Toro” y sobre el que escribieron el Arcipreste de Hita, Góngora y Quevedo y hay referencias diciendo que “no es oro, aunque prieto como el oro”. De sus cualidades, por su cuerpo y larga duración, se dice que fue elegido para el viaje de Colón a América, siendo así el primero en llegar allí. Honor histórico que tienen los que vinos actualmente englobados dentro de la D.O. Toro.

 

Bodegas-historicas-subterraneas-de-Toro

 

 

De subterráneos y elevaciones

 

 

El protagonismo del vino sigue hoy día muy presente, entre otras cosas por las bodegas históricas de Toro. Unas 300 bodegas subterráneas excavadas en el subsuelo del casco antiguo, algunas fechadas a partir del siglo XV y de las que al menos tres son visitables. Una de ellas es la del Palacio del Conde de Requena, donde se encuentra el archivo histórico de vino de Toro y donde hay una botella de cada vino de las bodegas de la D.O desde su creación en 1987 hasta 2017, cuando el Consejo Regulador cambió de sede.

Y si el subsuelo de Toro tiene estos tesoros, en la superficie la ciudad se levanta en el margen del río Duero sobre una elevación de unos 739 metros de altura, que la hizo inexpugnable durante siglos. Desde sus magníficos miradores se puede recrear la vista sobre la fértil vega toresana.

 

Toro-se-une-a-la-vega-atravesando-el-Puente-Mayor-sobre-el-rio-Duero

 

El más conocido es el del Alcázar, símbolo por otra parte de la importancia estratégica y militar del enclave en la Edad Media, que permite contemplar el Puente Mayor de Toro o “puente romano”, hoy de 24 ojos pero que, por la inconsistencia del lecho del río, la impetuosidad de la corriente, o por su voladura durante la invasión francesa, ha tenido muchas reparaciones a lo largo de los siglos.

 

Detalle-del-impresionante-Portico-de-la-Majestad-de-la-Colegiata

 

El bonito Paseo del Espolón discurre desde el Alcázar hasta la Colegiata, el más destacado monumento toresano. Una joya románica bella por fuera con su característico cimborrio hexagonal sobre el crucero, e impresionante por dentro por, entre otras cosas, el maravilloso Pórtico de la Majestad. Esculpido en piedra en el siglo XIII, ha sido restaurado recuperando su policromía original. Representa la coronación de la Virgen por Jesucristo y merece dedicarle tiempo para observarlo y disfrutarlo.

 

 

Descubrir caminando

 

 

Calle-y-Plaza-Mayor-con-el-Ayuntamiento

 

Desde la Colegiata se puede descubrir caminando lo más destacado del centro de la ciudad a través de la Calle Mayor y hasta la Torre del Reloj o Puerta del Mercado, una torre del siglo XVII construida sobre las antiguas murallas de Toro. En esos 300 metros de recorrido veremos preciosos edificios de arquitectura popular con el entramado de madera, la Plaza Mayor y en ella el Ayuntamiento, levantado en 1778 y diseñado por el arquitecto real, Ventura Rodríguez. Y numerosos bares y restaurantes en el entorno, para disfrutar de la gastronomía toresana…

 

Al-fondo-Puerta-del-Mercado-o-Torre-del-Reloj

 

Toro, “pueblo mágico” de España desde 2020, cuenta con otros interesantes edificios civiles, como la Plaza de Toros, construida en 1828 y que es una de las más antiguas de España. Conserva su estética original de patio castellano de comedias, con los tendidos y balconcillos cubiertos.

Muy cercano al coso taurino y en contraste está el Teatro Latorre, levantado a mediados del siglo XIX, es de tipo isabelino y cuenta con un llamativo techo decorado con pinturas alegóricas dedicadas a dramaturgos clásicos. Debe su nombre al actor toresano Carlos Latorre, uno de los más importantes del XIX y que fue quien representó al primer Don Juan Tenorio de la historia de la literatura.

 

Plaza-de-Toros-de-1928

 

Otro ejemplo del rico y variado patrimonio de Toro es el Hospital de la Cruz, edificio fundado en 1508 que es uno de los casi veinte hospitales de caridad y beneficencia con los que contó la ciudad… y que destaca especialmente por su patio de dos niveles con esbeltas columnas de piedra. Por terminar esta enumeración, comentar sobre el Palacio de los Condes de Requena, una construcción del siglo XV de la que se conserva un patio, a caballo entre el gótico y el renacimiento, que es uno de los mejores de su estilo.

 

 

Toro Sacro

 

 

Monasterio-Sancti-Spiritus-el-Real

 

Son otros muchos los citados al principio puntos de interés de Toro, pero para finalizar este recorrido turístico y desde luego no porque sean los menos importantes, mencionar las iglesias imprescindibles de conocer. Se trataría de las de San Lorenzo el Real, Santo Sepulcro, San Sebastián de los Caballeros y San Salvador de los Caballeros. Existe un bono denominado Toro Sacro, que incluye las visitas a todas ellas además de la Colegiata de Santa María. Pero también otro que, por diez euros, ofrece asimismo la visita al Monasterio Sancti Spiritus El Real.

 

Real-Monasterio-de-Sancti-Spiritus.-Enterramiento-en-alabastro-de-la-reina-Beatriz-de-Portugal

 

Vale la pena porque este último es una de las maravillas de Toro. Una auténtica joya con artesonado original del siglo XIV, un retablo barroco cubierto con pan de oro y cubierta con policromado del siglo XV. Sancti Spiritus alberga uno de los conjuntos monásticos más valiosos y mejor conservados de nuestro país, con el magnífico enterramiento en alabastro de la reina Beatriz de Portugal, un gran museo y unos espacios originales únicos.

 

Interior-de-la-igleisa-del-Santo-Sepulcro

 

Respecto a las iglesias citadas son muestras del románico-mudéjar que salpican el centro histórico de Toro con este estilo tan singular. Templos humildes comparados con la Colegiata, construidos con ladrillo, como material de construcción barato, pero que contienen bellísimas arquerías y complicadas bóvedas. Albergan también algunas interesantes piezas de arte sacro, como la de San Salvador, o bellas pinturas murales góticas como las de San Sebastián.

 

 

Marco Topo en Toro

 

 

Por mucho que se escriba, siempre será insuficiente para reflejar todo lo que guarda Toro para disfrute y sorpresa de quienes por allí se acerquen. Esencia de Castilla, lección de historia viva.

 

Grafitis-del-proyecto-Toro-Arte-Urbano

 

Pero para que esta sea más amena para los más pequeños, en Toro también está presente la Aventura Marco Topo, un juego para hacer turismo en familia y así descubrir el magnífico patrimonio que atesora esta localidad zamorana. Con los teléfonos móviles y un mapa de juego, que se puede obtener de forma gratuita en la Oficina de Turismo, se tienen que resolver distintos retos sobre los monumentos y principales características de la villa toresana.

Una alternativa, o complemento, para conocer y vivir Toro.