Recogiendo el sentir que desde sus instituciones y las personas que las representan transmiten, Cuéllar se podría definir como un destino atractivo e inteligente que ofrece bienestar, interpretación del patrimonio en familia y una excelente gastronomía.
Cuéllar, cuyo eslogan turístico es “Isla mudéjar en un mar de pinares”, es sobre todo una agradable sorpresa en la Castilla segoviana.

Los lugares son, además de lo que tienen, bien sea patrimonio monumental, cultural, natural, gastronómico… lo que también son y transmiten sus gentes. Y en Cuéllar, el más grande de los municipios de Segovia, situado al noroeste de esta provincia castellanoleonesa, se unen ambas cosas para ser un destino sorprendente, atractivo y singular.

Tanto en la puesta en escena de su principal patrimonio monumental: el Castillo y el mudéjar; como del cuidado y puesta en valor de su entorno natural, protagonizado principalmente por los pinos; o en lo gastronómico, con apuestas renovadoras y de calidad. Entre otras varias cosas.

Vista del Castillo de los Duques de Alburquerque

 

En esta “Isla mudéjar en un mar de pinares”, eslogan que responde a las más de una decena de iglesias de estilo mudéjar que hay en Cuéllar, y a su enorme extensión de pino -que es una de las mayores de Europa-, el Castillo es el otro gran protagonista.

El conocido simplemente como Castillo de Cuéllar, o Castillo o Palacio de los Duques de Alburquerque, es Bien de Interés Cultural nada menos que desde 1931. Los inicios documentados de su historia se remontan al año 1306, pero fue a partir de 1464, cuando el rey Enrique IV cedió el Castillo y la villa de Cuéllar entera, a Don Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque, que quedó vinculado hasta hoy en día a esta casa ducal.

 

Representación de Cuervos en el Castillo

 

Entre medias, durante siglos han tenido lugar numerosos acontecimientos históricos en el Castillo de los Alburquerque. Historia que hábilmente se recrea en las rompedoras y exitosas visitas teatralizadas que desarrolla la Compañía Municipal de Actores de la Villa de Cuéllar. Y esta es una de las particularidades cuellaranas. Desde que en los años 80, gracias al plan de dinamización turística, Cuéllar fuera de los pioneros en el desarrollo de visitas teatralizadas y el mercado medieval, la faceta actoral se ha trabajado hasta el punto que el Ayuntamiento cuenta con un plantel de actores en plantilla, como funcionarios.

Los actores Blanca Amelia Izquierdo, Sergio Caminero, Aurora Mayo y Diego Baeza, que además suelen encargarse de la dirección y creación de los guiones, la elección de la música, etc., se implican en cada una de las producciones que se realizan para las visitas teatralizadas en el Castillo, como “Los Nadies” o “Cuervos”, u otras que se llevan a cabo en determinadas épocas del año, como “Castillo de Ánimas” en noviembre, o específicamente enfocadas al público infantil, al turismo escolar… O en otros monumentos de la localidad.

 

Representación de Discantus en el Centro de Interpretación del Mudéjar

 

Es el caso del reciente estreno en la Iglesia de San Martín, Centro de Interpretación del Arte Mudéjar y espacio multicultural, que resulta un entorno magnífico para la teatralización y con una acústica fantástica, de la obra musical “Discantus”. Que sin embargo no tiene que ver con un musical al uso. Entre otras razones porque los espectadores no permanecen estáticos, sino que son dirigidos por todos los rincones del templo para disfrutar de los detalles de la obra.

Su subtítulo: “Un canto a la igualdad”, nos da pistas sobre un argumento que gira en torno a las tres religiones que convivieron en Cuéllar -cristiana, judía y musulmana-, y las pasiones que son comunes a todas y a la propia Humanidad: el amor, la traición, la envidia, etc. Con una elección musical y acompañamiento en directo de los músicos Ricardo Ramos y Jorge Luis Colino que, en conjunto, consiguen el enmudecimiento del público desde la admiración.

Disfrutar de estas obras teatrales, a la vez que se conoce y disfruta del patrimonio monumental cuellarano, es un auténtico lujo y una motivación para visitas periódicas a la localidad, según la época y las representaciones programadas. Bien sea en familia, que resulta una opción ideal, pero también con amigos, en pareja, etc.

 

Vista del mar de pinares desde el adarve del Castillo

 

 

Otras joyas monumentales y culturales

 

Pero además de lo anterior, esta localidad segoviana tiene otros muchos otros atractivos monumentales y culturales. De los primeros, parte de los dos kilómetros de murallas que tuvo Cuéllar, la parte más cercana a la fortaleza se restauró y puede recorrerse por el adarve, lo que permite disfrutar de unas magníficas vistas de la villa y hacia el “mar de pinares”.

De las numerosas iglesias, conventos y torres que tiene Cuéllar, mencionar el magnífico templo de San Andrés, o la iglesia de San Esteban, Monumento Artístico Nacional y una de las iglesias mudéjares más importantes de la villa. Situada en el antiguo barrio judío, en ella se inicia los días 1 y 6 de enero de cada año, la procesión de “El Niño de la Bola”, acompañada por danzantes con música de dulzaina y el sonido de las tejoletas, peculiar instrumento parecido a las castañuelas. Una tradición cuya pervivencia, al igual que otras, actualmente se cuida y fomenta desde el consistorio cuellarano.

 

Las muestras de mudéjar en Cuéllar son numerosas y espléndidas

 

Así, a través de la Junta de Castilla y León, se ha restaurado recientemente otra iglesia, la de Santa María de la Cuesta, de estilo barroco y, como otras de esa época en Cuéllar, con un dominante color blanco pero ésta con la particularidad de contar con un órgano muy poco habitual por su trompetería horizontal. Además, en ella se guardan varios curiosos lienzos con temática religiosa que el artista Antonio Cervigón -cuya obra de cartelería fue muy característica durante la República-, realizó dentro del programa franquista de redención de penas.

 

Iglesia barroca de Santa María de la Cuesta recientemente restaurada

 

También alberga la iglesia de Santa María de la Cuesta una imagen articulada de San Vicente Ferrer, que se prevé salga en procesión durante la Semana Santa del próximo año, con cofradías algunas de gran antigüedad como la de la Vera Cruz, del siglo XVI, y para las que se renueva música y vestimenta para adaptarlas a su época de origen.

El albergue municipal de Cuéllar ha sido igualmente renovado y ofrece una alternativa de alojamiento interesante en un espacio arquitectónico tan valioso como el antiguo Hospital de La Magdalena.

 

El antiguo Hospital de La Magdalena se ha convertido en un albergue juvenil municipal

 

 

Un interesante patrimonio gastronómico

 

La oferta gastronómica es siempre un atractivo. Al lechazo asado típico de Cuéllar y otros asados en horno de leña se está uniendo en los últimos tiempos una excelente carne de buey en La Brasería. O la labor del restaurante La Traviata, que tiene fama desde hace años gracias a su cocina elaborada con técnicas modernas (carpaccio de gambas, deconstrucción de judiones de La Granja, crema de boletus, pulpo a La Traviata con mousse de patata asada, cochinillo de Segovia con salsa de jazmín y sésamo…) y con una carta en constante cambio.

 

Collage degustación platos en restaurante La Traviata

 

Para tapear Las Bolas Gastrobar es un lugar con una excelente cocina en miniatura, mientras que el HM San Francisco es toda una institución con varias facetas: desde ser el alojamiento donde se alojan las figuras taurinas que acuden a los tradicionales encierros de Cuéllar, los más antiguos de España; o haber sido el impulsor de “Uvas nómadas”, el primer crowfunding del mundo del vino en 2013.

 

Carteles informativos de las sendas naturales de Cuéllar

 

Las “Delicias de Cuéllar” son el dulce más típico y renombrado de la villa. Elaboradas en la pastelería Delicias estas pastas rellenas de crema de achicoria y piñones tienen forma de ladrillo mudéjar… Y en cuanto a otros emblemas de la villa, Las Iglesuelas tiene fama de serlo porque, además de tener una estupenda y amplia carta de cafés, batidos y cócteles, cuenta con uno de los mejores miradores de Cuéllar, una terraza desde donde disfrutar tranquilamente de uno de los más bonitos perfiles del skyline cuellarano.

 

Entre pinares y a las orillas del río

 

El río Cega en la Senda de los Pescadores

El entorno natural de Cuéllar es también sorprendente. En primer lugar por las aproximadamente 75.000 hectáreas de pinares que pertenecen a la comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar que abarca 36 pueblos entre las provincias de Segovia y Valladolid. Este enorme pinar de pinos piñoneros y resineros es uno de los mayores de Europa, y las imágenes que procura la extracción de la resina, la vegetación y la fauna que lo habita, son fantásticas.

Carteles informativos de las sendas naturales de Cuéllar

 

Porque además entre esos pinos transcurre la denominada Senda de los Pescadores, un recorrido de aproximadamente cuatro kilómetros en paralelo al río Cega y que contrasta con los pinares porque es una auténtica y preciosa selva ribereña de chopos, alisos, abedules, fresnos, sauces, endrinos, hiedras… Junto con El Espadañal son los tres ecosistemas más destacados de las tierras del municipio de Cuéllar donde se han diseñado varias sendas para disfrute de una naturaleza que también sorprende y hace disfrutar al visitante.