De los 13 millones de mascotas registradas en España, aproximadamente 7 millones son perros, según los datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC). Unos animales que cada vez se han ido integrando más en la vida de las familias, hasta el punto de convertirse también en un miembro más a la hora de viajar.

Por ello cada vez se están teniendo más en cuenta a estas mascotas viajeras en los distintos medios de transporte, ya sea por tierra, mar o aire. Os lo contamos.

 

El más habitual medio de transporte a la hora de viajar con mascotas es el coche. Y no es lo mismo hacerlo con un perro de cinco kilos que con uno de 12 o más… Sus necesidades y medidas de protección son lógicamente diferentes. El Reglamento de Circulación hace alusión sobre la adecuada colocación de los objetos o animales transportados en automóvil, para que no exista interferencia entre el conductor, especialmente, y cualquiera de ellos o el resto de los ocupantes. Por eso los perros nunca deben viajar sueltos o en brazos.

 

perro_en_el_maletero_de_un_coche

 

Si se trata de perros pequeños o medianos tienen que viajar con un arnés con cinturón que se engancha al cinturón de seguridad del coche. Además que la correa sea lo más corta posible, es recomendable incluso que sea de dos enganches para evitar que se rompa en caso de frenazo brusco o colisión.

Lo preferible es que viajen en un transportín colocado en el suelo del coche, encajado entre los asientos. Otra opción es sujetarlo arriba con el cinturón de seguridad, aunque obviamente es menos seguro…

 

Perro_pequeño_en_el_interior_del_coche

 

El transportín también es necesario para los perros grandes, pero en este caso ha de ir en el maletero, exactamente en posición transversal a la dirección de la marcha. Y si no hay separación física entre el maletero y los ocupantes del coche, se debe colocar una rejilla divisoria. Otra opción para transportar a los perros grandes es utilizar un remolque.

 

En tren con perros pequeños y grandes

 

En cuanto a los trenes, en nuestro país Renfe no pone muchos impedimentos a las mascotas pequeñas (perros, gatos, hurones e incluso aves, eso sí, éstas últimas que no sean de corral…). La cuestión fundamental es que no sea más de una mascota por persona, no pese más de 10 kilos y vaya en un transportín  (objeto casi inevitablemente unido a todas las mascotas viajeras) o jaula, con unas medidas máximas de 60x35x35 centímetros. Según el tipo de billete, llevar la mascota puede ser gratis o tener un coste de 10 ó 20 euros.

En la compañía de ferrocarril Ouigo, se pueden llevar mascotas casi en las mismas condiciones que con Renfe, excepto que pueden ser hasta dos por compra y trayecto.

 

Prueba piloto de Renfe para perros grandes

 

Por otra parte, desde el pasado 15 de septiembre se puede viajar en AVE entre Madrid y Barcelona y viceversa, con perros de hasta 40 kilogramos de peso. Es el denominado “Proyecto Mascota” una prueba piloto de Renfe que durará tres meses pero que quienes tienen perros grandes en su familia esperan sea definitivo, como sucede en los ferrocarriles de otros países europeos.

De momento, se permite un perro “grande” por viajero, con un máximo de dos perros de hasta ese límite de 40 kilos por tren, en un solo coche y siempre en un espacio fijo de dos plazas determinadas. Para este proyecto, Nestlé Purina ha asesorado a Renfe con una guía de viaje con buenas prácticas, para que los clientes y sus mascotas puedan viajar a bordo de los trenes de la forma más agradable y asegurar el bienestar animal durante el trayecto.

 

Mascotas bienvenidas a bordo

 

Dentro de esta tendencia creciente de viajes familiares con mascotas, que va haciendo que cada vez más empresas incorporen productos y soluciones pet-friendly (no sólo los medios de transporte, si no también alojamientos, restaurantes, actividades, etc), el ferri se presenta con otra opción muy interesante. Y es que la mayoría de estas embarcaciones permiten subir a bordo perros y gatos (entre otros animales domésticos).

 

Pintxo viajando en ferri_Ferryhopper

 

Además hay ferris con zonas de paseo al aire libre para que, sobre todo los perros, liberen energía a la vez que se entretienen durante el trayecto; compañías que ofrecen camarotes aptos y acondicionados para animales, para que viajen junto a su familia y evitar el habitual transportín. E incluso hay navieras que, aunque las mascotas tengan que viajar en la perrera del ferri,  disponen de una app que permite ver por la cámara qué hace y cómo se encuentra el animal en todo momento.

Todo ello hace del ferri un medio de transporte muy a tener en cuenta para viajar a destinos que por otra parte suelen ser demandados por las familias, como Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote en Canarias, o Mallorca, Menorca y algunos municipios de Ibiza en Baleares.

 

Vacaciones con niños y perro

 

Con el objetivo de hacer integral la experiencia de viaje pet-friendly, la plataforma de comparación y reserva de ferris, Ferryhopper tiene integrado en su página y aplicación móvil un botón que permite sumar a los animales en la reserva en un solo clic. Con ello el proceso de subir a bordo y viajar con las mascotas resulta muy sencillo, puesto que la reserva se puede realizar de forma rápida, online e intuitiva.

 

Las opciones aéreas, más complicadas

 

Cada vez son más las aerolíneas que están incluyendo la posibilidad de viajar con mascotas, pero hay que tener en cuenta que no es una opción que estén obligados a ofrecer a sus pasajeros. Así que puede haber casos en los que las mascotas se tengan que quedar en tierra, sí o sí.

Además es recomendable, antes de pretender llevaros a vuestra mascota de viaje en avión (y en general en cualquier medio de transporte), consultar la normativa y legislación del país que se vaya a visitar, ya que hay algunos que tienen medidas más estrictas o prohibiciones de entrada a animales de ciertas razas.

 

familia-nino-perro-jugando-juguete-avion

 

Volviendo a los aviones, entre las principales líneas aéreas españolas, el principal requisito en el que coinciden es que para viajar en cabina, el peso total del perro incluyendo el transportín, no exceda los ocho kilos de peso. Las medidas de dicho transportín varían ligeramente según las compañías, como sucede con las maletas.

Por lo demás, situarlo bajo el asiento, que tenga todas las vacunas requeridas o que, en su caso, los recipientes de comida y bebida del animal estén bien cubiertos para que no se derrame su contenido, son otros de los requisitos.

 

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El resto de animales de compañía, normalmente hasta 45 kilos, deben ir en la bodega del avión, también dentro de un transportín con unas medidas determinadas y abonando el consiguiente importe. Aún así, hay aerolíneas que no aceptan a perros braquicéfalos o de nariz chata ni cualquier “mezcla” que resulte de estas razas, por los problemas respiratorios que suelen tener y que en un avión, por la presión, pueden tener nefastas consecuencias.

Plantear un viaje en familia siempre requiere una logística especial y con los peluditos aún más, pero parece que el horizonte va mejorando y ampliando las opciones, para que nuestras mascotas viajeras nos acompañen sin muchos problemas.

 

 

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