The Yeatman, el hotel del vino con las mejores vistas

La distribución de sus instalaciones ladera abajo, rodeado de jardines y con las mejores vistas de Oporto, es la carta de presentación de The Yeatman, uno de los mejores hoteles de la ciudad lusa. Un prestigioso establecimiento estrechamente ligado al mundo del vino y la tradición portuguesa

 

El magnífico terreno en el que se levanta el hotel The Yeatman, distribuido en elegantes bancales con nueve niveles ladera abajo en una colina de Vila Nova de Gaia, es propiedad de las bodegas Taylor, que lo convirtió en su primera inversión no vinícola. Años más tarde le seguirían todos los espacios integrados en el nuevo distrito cultural de WOW (“World of Wine”).

La ubicación, espaciosa y rodeada de vegetación -ni más ni menos que 14.000 metros cuadrados de cuidados jardines-, frente a Oporto y con el río Duero a sus pies, es una de las principales características de este lujoso y prestigioso cinco estrellas. Otra, esa íntima relación con el mundo del vino, siendo el primer hotel en recoger la tradición vitivinícola de Oporto, plasmada en todos sus rincones, desde sus habitaciones hasta el spa.

 

 

Y es que todas las amplias habitaciones y suites de The Yeatman (actualmente 109 en total) tienen una terraza o balcón con preciosas vistas hacia el imponente puente Don Luis I, la Torre de los Clérigos y el Monasterio de la Sierra del Pilar… y en general a todo el skyline del casco antiguo de Oporto. A la vez, cada una está personalizada con cuadros y objetos que representan la región y las tradiciones de un productor de vino particular, como invitación al conocimiento del universo de los vinos portugueses.

Incluso la cama de tamaño king size de la suite presidencial, con piscina privada y vistas al río Duero, está dentro de una original barrica. Espacio éste, al igual que muchas de las habitaciones que comunican entre sí, que resultan también ideales para estancias familiares (hay asimismo disponibilidad de camas extras y cunas), ofreciendo relax y privacidad durante la estancia.

 

 

 

Vocación vitivinícola

 

 

En The Yeatman, la vocación vitivinícola se expresa incluso en la forma de decantador de la espectacular piscina exterior frente al río, que a la vez aprovecha el desnivel del terreno para tener diseñados en el frente dos originales “ojos de buey”.

Otro de los tantos detalles de este hotel que, diseñado con estilo neoclásico e inaugurado en 2010, es miembro de la prestigiosa colección Relais & Châteaux y ha recibido numerosos y prestigiosos premios y distinciones.

 

 

Cuenta además The Yeatman con dos estrellas Michelin, gracias al restaurante del afamado chef Ricardo Costa, que dirige las cocinas ofreciendo los sabores tradicionales portugueses interpretados y presentados en una cocina moderna, con una selección de más de 1.500 referencias de vino, sumando algo más de 40.000 botellas. Entre ellas destacan los más prestigiosos vinos de Oporto y una selección de vinos singulares difíciles de encontrar en las cartas de establecimientos hosteleros.

 

 

Por otra parte, esta condición de embajador de los mejores productores de vinos portugueses que defiende y de la que presume The Yeatman, se traduce también en las cenas temáticas en torno al vino, y las catas y masterclass dirigidas por especialistas, que ponen en valor las tradiciones vitivinícolas lusas.

Incluso, como complemento a estas actividades relacionadas con el vino, desde el hotel es posible organizar visitas por carretera a las quintas y a los viñedos de las cercanas regiones del Douro, Minho, Dâo y Bairrada.

 

 

Experiencias singulares

 

 

 

Una mención aparte merece el The Yeatman Wine Spa, un renovado y amplio espacio de 2000 metros cuadrados distribuido en dos plantas en el que, envueltos en diseños con antiguas y retorcidas cepas y otras alusiones al mundo del vino, se ofrece una combinación perfecta de bienestar con una experiencia enológica, gracias también a productos y tratamientos especializados.

Otros espacios de esta zona de “salud” de The Yeatman como la piscina cubierta -igualmente con maravillosas vistas de Oporto-, la terma romana, las dos saunas, la pared de haloterapia, el baño de vapor, las tumbonas de piedra con calefacción, el gimnasio, las salas de masaje… o incluso la propia sala de manicura, convierten a estos lugares del hotel en santuarios de tranquilidad donde relajarse y dejarse mimar.

 

 

The Yeatman dispone también de 13 salas para reuniones o eventos tanto empresariales como privados, el Dick’s Bar & Bistro que cuenta con una amplia carta de vinos y cócteles con un menú de comida informal, y donde también se puede disfrutar de música en vivo por la tarde, incluyendo fado en alguna de las veladas; The Orangerie Restaurant que ofrece alguno de los platos preferidos del Chef, además de menú infantil…

 

 

Para los más pequeños existe igualmente un servicio de niñera disponible bajo petición y un espacio dedicado especialmente a ellos con diversas actividades indicadas para los niños de entre 3 y 16 años.

 

 

La enumeración de los principales espacios interiores de The Yeatman lo cerramos con la biblioteca, no sólo por tratarse de un sereno lugar donde disponer de una vasta selección de libros (también en las estanterías de las habitaciones hay numerosos ejemplares con cuya lectura entretenerse), sino porque en sus paredes lucen orgullosos árboles genealógicos de los propietarios del hotel, fotografías y antiguos retratos… En suma, la historia de la familia que da nombre al hotel.

 

 

Una historia portuense

 

 

La historia de la familia Yeatman está muy unida a la de Oporto desde 1838, cuando Morgan Yeatman, comerciante de vinos de Dorchester, en Inglaterra, se unió a Joseph Taylor en una compañía especializada en vinos de Oporto. Hecho habitual, puesto que gran parte de las antiguas empresas de vino portuense fueron fundadas por familias británicas.

Diferentes generaciones de la familia, emparentadas a través de matrimonios incluso con reyes británicos, continuaron la tradición hasta hoy en día, siendo propietarios de tres importantes bodegas: Taylor’s, Fonseca y Croft.

 

 

Adrian Brigde es la persona al frente de la compañía desde el año 2000. Apasionado por la historia y las antigüedades y, especialmente enamorado por la cultura y los vinos portugueses, fue el promotor de The Yeatman con el claro objetivo de crear un hotel de lujo que condensara los mundos de la viticultura y la hostelería, y que resultara una experiencia singular en Oporto.

WOW, el nuevo distrito cultural de Oporto mencionado al principio del reportaje, que se extiende a los pies de The Yeatman, es la nueva apuesta de Brigde desde 2020. Un espacio en constante evolución y ampliación de instalaciones y actividades. Siempre en torno al mundo del vino de Oporto.