La República Checa ofrece a quien la visita una naturaleza sin igual en la que practicar todo tipo de actividades con niños entre árboles centenarios y lagos glaciares.

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El Parque Nacional de Šumava, en la frontera checo-alemana, se considera el territorio más grande de todo el continente europeo totalmente cubierto de bosques. Pocas zonas hay en Europa Central que ofrezcan un paisaje tan armónico, combinación de montañas con bosques centenarios, lagos con aguas cristalinas, glaciares y ciénagas cargadas de misterios.

 

Recorriendo los lagos glaciales

 

La sierra de Šumava, en Bohemia del Sur, ofrece varias rutas de senderismo interesantes. Con los niños puedes hacer una ruta circular de unos 8,5 kilómetros  que recorre los lagos glaciales. Parte desde el pequeño pueblo pueblo Železná Ruda y pasa por el Lago Negro (Černé jezero) y el Lago del Diablo (Čertovo jezero) que se abren ante vuestros ojos al internaros en uno de los mayores bosques de Europa.

El Lago Negro es el más grande de la sierra, el más profundo y el que se sitúa a menor altitud. Su nombre viene por el color del agua ya que parece negra, sin embargo, este efecto se debe al reflejo en el agua de los bosques que lo rodean.

Siguiendo el sendero señalizado, dejando raíces y tocones a los lados, llegarás al Lago del Diablo. Su nombre procede de una leyenda que cuenta que el diablo se ahogó en él gracias a la astucia de una joven a la que quiso arrastrar al infierno. Ella, en un descuido, le ató a su cola una piedra que le llevó al fondo del lago. Todavía se cuenta a los niños que, a veces, surgen monstruos y duendes del lago.

 

Una ruta en bici por Bohemia del Sur que acabará en un barco

 

Para los amantes del turismo activo y del contacto con la naturaleza, Bohemia del Sur cuenta con una enorme red de ciclovías que recorren toda la región. Una ruta muy recomendable para hacer con niños es la que va de České Budějovice al palacio de Hluboká. Siguiendo el carril bici paralelo al río Vltava desde  la capital de Bohemia del Sur, České Budějovice,  hasta uno de los palacios más emblemáticos de la República Checa, Hluboka nad Vltavou. Es un trayecto de unos 12,5 km. El premio tras el paseo en bici es disfrutar del interior del palacio, que ofrece visitas guiadas en castellano, y de sus jardines con el invernadero. Tras esta parada, podéis continuar con el recorrido para visitar el zoológico cercano, el ZOO Ohrada.

No muy lejos del Palacio de Hluboká, siguiendo el carrril bici con rumbo a Purkarec, se encuentra la Ferrata Hluboká, una vía ferrata que de 150 m apta para toda la familia. Toda una aventura para los más pequeños ya que además podéis finalizar la jornada volviendo en un barco que sale desde el embarcadero de Hluboká nad Vltavou.

 

Chequia no tiene mar, pero tiene Lipno

Fotografoval: Libor Svacek, Kaplicka 447, Cesky Krumlov, 381 01 CZ

 

La República Checa no tiene salida al mar, pero sí que tiene “playa”. Se trata de La presa de Lipno, la más grande del país en el entorno idílico de la naturaleza de Šumava. Durante el verano es muy popular entre las familias y se convierte en el destino preferido por los amantes de las vacaciones activas. En el agua verás navegar yates, barcos de vela y motos acuáticas, pero también se puede alquilar un catamarán o un hidropedal y disfrutar de un paseo único por el lago. En sus alrededores, se puede practicar ciclo-turismo, patinaje en línea oa windsurf, deportes de vela, natación en sus aguas o simplemente relajarse y descansar en alguna de sus “playas”. Un lugar muy interesante que vale la pena visitar es el mirador Sendero por las copas de los árboles, con vistas impresionantes y un tobogán perfecto para quienes buscan emociones fuertes, del que ya te hablaba en este reportaje. Al atardecer, busca la Marina para disfrutar de una puesta de sol única.

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