Un viaje a las Hurdes con los niños es un viaje al pasado, a una naturaleza espectacular y al descubrimiento de emprendedores como el Tío Picho con el que aprenderéis la importancia de las abejas. La Hospedería Hurdes Reales es el perfecto descanso del guerrero para un viaje en familia por esta comarca de la provincia de Cáceres.

 

Disfrutar de la tranquilidad del pequeño pueblo de Las Mestas en el corazón de Las Hurdes rodeados de un paisaje desde lo alto de la colina que corta la respiración, es parte de lo que ofrece una estancia en la Hospedería Hurdes Reales (cuatro estrellas). Espectaculares meandros, piscinas naturales e incluso senderos mágicos os esperan en esta comarca situada al norte de la provincia de Cáceres.

 

La Hospedería Hurdes Reales cuenta con piscina y jardines mirando a la montaña.

 

Entre sus huéspedes, destacan las familias, para las que ofrecen todo tipo de servicios. Cuentan con suites familiares e incluso una habitación con capacidad para hasta 5 personas, un maravilloso jardín con rincones mágicos frente a las montañas y piscina, salones en los que descansar tras un intenso día de excursiones frente a la chimenea e incluso juegos de mesa a disposición de los clientes.

Como todos los hoteles de la red de Hospederías de Extremadura, está enclavado en un edificio histórico, completamente rehabilitado por la Junta. La construcción original era una antigua factoría mandada construir en 1922 por Alfonso XIII. El monarca tras su primera visita a la comarca mandó construir este tipo de edificios en los que se agrupaban los principales servicios como el médico, la guardia civil o la escuela. Era una manera de garantizar servicios y fomentar el desarrollo de la zona que en aquellos momentos era una de las más deprimida de Europa, debido en parte, a lo complicado de su orografía.

Fue en una corrida de toros donde le informaron al rey sobre la situación de las Hurdes: “No viven vida de humanos nuestros hermanos hurdanos”, cuentan en la zona. Una afirmación que le llevó a visitarla y a la que tuvo que llegar en burro en su último tramo por la falta de infraestructuras.

 

La Casa de la Miel

 

El Tío Picho os enseñará todos los secretos de las abejas y su importante labor.

No os podéis ir de Las Mestas sin visitar La Casa de la Miel y al Tío Picho, su creador y el auténtico embajador de Las Hurdes. A sus 74 años, Anastasio os desbordará con su energía y su vitalidad y enseñará a los niños la importancia de la miel y de las abejas. Albert Einstein ya avisó: “Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.  Este experto en apicultura os contará cómo los pesticidas envenenan a las abejas y éstas van a morir a la puerta del panal, no entran para no contaminar la colmena, o cómo las antenas de los teléfonos móviles las desorientan y no saben volver a su colmena. Un pozo de sabiduría y de experiencia que, junto con su mujer y sus cuatro hijos crea trabajo y es proveedor de miel de las naciones unidas desde 1994 y atrae visitantes en la España Vaciada. Una curiosidad, el mote de Tío Picho lo ha heredado de su padre que tuvo 17 hijos. Él con su mujer y sus cuatro hijos.

 

Excursiones con niños en Las Hurdes

El Meandro de Melero es una de las visitas imprescindibles en la comarca de Las Hurdes.

 

La Hospedería es el punto de partida ideal para recorrer la comarca con los niños y disfrutar de sus maravillosos parajes. La Comarca de Las Hurdes está formada por alrededor de cuarenta y cuatro pueblos y alquerías repartidos entre seis municipios. Las Mestas, donde se ubica la Hospedería, está muy cercano al valle de Las Batuecas ya en la Comunidad de Castilla y León.

Mirador del Portillo

Muy próximo a la hospedería está el Parque Natural de Las Batuecas en la Sierra de Francia. Desde el Mirador del Portillo, donde tendréis unas vistas espectaculares, parten rutas de senderismo de distinta dificultad entre los que se consideran los bosques mediteráneos menos alterados por la mano del hombre debido a su aislamiento. Tras el paseo, con el coche a tres kilómetros estarás en el precioso pueblo de La Alberca en la provincia de Salamanca que bien merece una visita.

Sendero mágico Valle de las Batuecas

Se trata de una senda accesible de poco más de un par de kilómetros a través de pasarelas de madera paralelas al río que te adentra en el bosque. Ideal para recorrer con niños, incluso con carrito de bebé, e ir descubriendo los árboles del camino con la información de los paneles informativos instalados durante el recorrido. A mitad del trayecto hay una zona de merendero con mesas picnic. El recorrido da acceso al Monasterio del Desierto de San José y a las Pinturas Rupestres “Las Cabras Pintás” y está perfectamente señalizado.

Meandro del Melero

Sin duda es la imagen que identifica el norte de Cáceres y no es para menos. Está en el límite oriental de la sierra de Gata a 9 kilómetros de la Hospedería. La Localidad más cercana es Riomalo de Abajo que también cuenta con una piscina natural.  Podéis llegar hasta el mirador con el coche, pero recorrer el último tramo del camino andando os permitirá disfrutar de los característicos paisajes de las Hurdes. El mejor momento para llegar al mirador de La Antigua es al atardecer y podrás tener la fortuna de ver los ciervos bajar al río a beber con la sierra de Béjar al fondo. Durante el día también se ofrecen actividades en canoa o catamarán.

Enebro de la Miera

Dentro del propio pueblo de las Mestas se alza el mayor enebro de la Península Ibérica. Es un ejemplar de una antigüedad de 350 años con una altura de 14 metros. Se cree que en algún momento fue trasplantado desde los montes cercanos. Lo encontrarás casi escondido en la parte alta del pueblo junto a las antiguas escuelas.

 

El Gasco, la esencia de Las Hurdes

 

Arquitectura en pizarra y piedra seca de las Hurdes en El Gasco.

 

Son muchos los pueblos de la comarca que conservan la arquitectura tradicional de Las Hurdes de construcciones de pizarra en piedra seca. El mejor lugar para descubrirla con los niños es en El Gasco, donde además tienes el centro de interpretación de la Casa Hurdana. Conviene que antes de ir llaméis a las oficinas de turismo o al 927434136, porque no tienen un horario estable. Pero más allá de este centro de interpretación, en la parte alta del pueblo todavía se conservan calles con antiguas casas donde se puede adivinar las condiciones en las que se vivían. El mejor lugar de la casa se lo dejaban a los animales puesto que eran su sustento y ellos dormían en camastros a los que entraban por pequeños ventanucos.

 

Vistas panorámicas desde el mirador de El Gasco

 

En la plaza de El Gasco, viendo el paisaje que lo rodea se puede entender el grado de aislamiento que tenían sus habitantes. Frente a vosotros se alzará la sierra donde se encuentra el volcán del Gasco con meandros y cultivos de olivos en bancales aprovechando al máximo el escarpado terreno para subsistir.

Durante tu visita a El Gasco podrás reponer fuerzas en El Mesón El Bodegón con unos bocadillos, unas raciones o su especialidad de cabrito a la Brasa. El negocio es propiedad de una joven pareja de la zona que decidió quedarse y emprender. Cuentan con el restaurante y los alojamientos rurales Las Casitas del Bodegón en el mismo pueblo de El Gasco.

 

Gastronomía de Las Hurdes

 

Ensalada Hurdana en la Hospedería Hurdes Reales.

 

En el restaurante Alfonso XIII de la Hospedería Hurdes Reales podrás probar las especialidades más típicas de la gastronomía hurdana, con la facilidad de que cuenta con menús infatiles para los más pequeños. Entrantes como el Zorongollo de pimientos o las tradicionales patatas revolconas o patatas meneás. Si vais en temporada, no podéis dejar de probar la ensalada hurdana, elaborada con naranja, limón, huevo, chorizo, jamón y aceite; acompañada de unas deliciosas carrilleras y como postre: torrija extremeña con mermelada de tomate y crema de torta del Casar ¡inolvidable!.

En los desayunos de la Hospedería no os preocupéis si vuestros niños son de Nesquik, ColaCao o Paladín. Vas a encontrar de todo. Igual que con la bollería: dónuts, croasanes o napolitanas. No hay escusa para cargar las pilas con la energía suficiente para un día repleto de descubrimientos y aventuras en familia en Las Hurdes.