Si te decides a probar con el surf, el mejor sitio es Portugal. En las playas de Nazaré y Peniche tendrás las mejores olas y los instructores más expertos para comenzar a hacer este deporte en familia. Después de la adrenalina de subir a la tabla, os esperan idílicos y sorprendentes lugares como Óbidos o Buddha Eden, el mayor parque oriental de Europa.
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Nazaré es la meca del surf junto con sus playas aledañas en Peniche como Baleal, más tranquila para principiantes o la playa de los Supertubos, que por su nombre ya imaginarás que es para expertos. De hecho, en ésta última se celebra todos los años una prueba del campeonato del mundo de surf.
Nazaré, la ola más grande del mundo
Esta playa se hizo mundialmente famosa en 2011 gracias a una ola de más de 30 metros de altura en la que cabalgó el gran surfista de olas grandes, Garret McNamara, pulverizando todos los récords. El Cañón de Nazaré es el responsable de este récord mundial de las olas más altas que atraen a surfistas de todo el mundo. Se trata de un fenómeno geológico con una profundidad de 5.000 metros y una extensión de 230 km.
Pero antes de convertirse en un punto de encuentro mundial de los mejores surfistas, Nazaré tenía una gran población de ciervos y una leyenda que descubrirás en tu camino hacia el faro de Nazaré. Os sorprenderá una gran escultura de más de seis metros de un hombre con cabeza de ciervo y una tabla de surf que une el pasado y el presente de Nazaré. Cuenta la leyenda que el alcalde Fuas Roupinho, en el siglo XII, estaba cazando una mañana de niebla en este lugar y se quedó aislado de sus compañeros cuando perseguía un ciervo que cayó en el acantilado. Al borde del precipicio el caballero se encomendó a Nuestra Señora de Nazaré y su caballo clavó las patas traseras en lo alto del acantilado, salvando la vida del alcalde. En agradecimiento mandó construir la pequeña ermita da Memória. Posteriormente se levantó muy cerca de aquí el santuario, uno de los lugares de culto mariano más antiguos de la Península Ibérica presidido por la pequeña imagen de la Virgen de la Leche.
En el faro situado en el Fuerte de San Miguel Arcanjo tienes las mejores vistas de las playas a los dos lados y sus impresionantes olas. Un lugar perfecto para ver a los surfistas y el atardecer y sacar unas preciosas instantáneas en familia. El Fuerte se construyó en el siglo XVI para protegerse de los piratas. Mucho después, a principios del siglo XX se añadió el gran faro rojo a petición de los pescadores.
Bajo tus pies, una gran exhibición de tablas de los grandes surfistas que han pasado por la Playa Norte y sus olas gigantes. Algunos de ellos han conseguido aquí récords mundiales y dejaron su tabla para exhibirlo, como el logrado por el alemán Sebastian Steudtner en octubre de 2020 cuya tabla amarillo lima destaca en la cueva, o la brasileña Maya Gabeiro y su tabla rosa.
Peniche, protegiendo el fuerte
Esta península ofrece una estampa maravillosa entre murallas y acantilados. Unida al continente gracias a las mareas, por ella han pasado diferentes civilizaciones que ha basado su economía en la industria conservera de productos del mar desde tiempos inmemoriales.
Una de estas murallas es el Fuerte de Peniche frente al barrio de pescadores do Visconde que se alza imponente sobre los acantilados. A la derecha no dejes pasar la pequeña Playa de San Pedro donde el agua entra con fuerza a través de un puente construido en la propia muralla.
En tu paseo hacia el norte rodeando la costa, llegas al punto más occidental de Portugal, el Cabo Carvoeiro. Un paisaje moldeado en la roca por el mar durante millones de años frente a tus ojos que sin duda deja sin palabras.
Un poco más adelante, pero de espaldas a la costa se encuentra la capilla de Nuestra Señora de los Remedios. La entrada está situada en una gran plaza donde se percibe que la capilla, precedida por un atrio y un gran patio amurallado, está en un nivel más bajo que el resto de los edificios. En su interior está cubierta por azulejos azules típicos portugueses en los que se representan escenas como la adoración de los pastores. Es una capilla excavada en las propias rocas en el lugar donde se encontraba la cueva primitiva donde se escondió la imagen de la virgen de los Remedios.
Comenzar a surfear en Baleal
Bien conocido entre los surfistas, una de sus principales características es el mar agitado. Con una amplia extensión de arena, ésta es una de las muchas playas en la costa de Peniche con una belleza natural muy particular. Y aquí también están los mejores instructores que lograrán que surques las olas sobre una tabla. Ellos conocen bien las playas, las corrientes y los vientos y os llevarán a las playas en función de vuestro nivel, incluso si sois principiantes, os podéis iniciar aquí y comenzar a hacer surf en familia.
En esta zona, muchos de los alojamientos están enfocados a facilitar esta actividad, como el Ride Surf Resort del que ya hemos hablado en el reportaje Alojamientos singulares para las familias en la Región Centro de Portugal, donde podrás directamente contratar allí tu curso de surf para vosotros. Desde el hotel iréis ya con los neoprenos y las tablas que os proporcionan, en una miniván con todo el equipo. Una experiencia inolvidable que compartir con tus hijos. Vuestro instructor os dará primero una clase en la arena para contaros lo más imprescindible y practicar la subida a la tabla. Una vez en el mar, os ayudará a subiros y gracias a su experiencia sabréis los fallos que habéis cometido para corregirlos y conseguir coger las olas de pie en la tabla. Los niños, posiblemente lo consigan antes que vosotros, pero con el empeño del instructor, el subidón de adrenalina al verte de pie en la tabla está garantizado. A la vuelta disponen de los vestuarios necesarios, incluso con un servicio de secado de los neoprenos.
Óbidos, un viaje a la Edad Media
Óbidos es, posiblemente, uno de los pueblos más bonitos de Portugal. No en vano fue declarado Monumento Nacional en 1951 lo que ha permitido preservar su esencia. Anclado en el tiempo parece transportarte a la Edad Media cuando traspasa la pequeña puerta de la villa y oratorio de nuestra señora de la Piedad construida durante el reinado del rey Fernando de Portugal en el siglo XIV. Destaca el revestimiento de azulejos típicos portugueses barrocos que representan escenas bíblicas.
Dentro de la muralla os espera un laberinto de casas blancas y callejuelas empedradas entre pórticos manuelinos y pequeñas plazas, un castillo bien conservado, encantadoras tiendas y, al final de la calle principal, una espectacular librería ubicada en una antigua iglesia.
Buddha Eden, el jardín Oriental más grande de Europa
Muy cerca de Óbidos se encuentra el jardín Oriental más grande de Europa. Buddha Eden es un sorprendente espacio de 35 hectáreas con budas gigantes, un laberinto de bambú, guerreros de Xian, un jardín de estatuas africanas, esculturas de arte moderno, todo entre lagos y fuentes. Nada más entrar te surgirá la pregunta de quién ha creado este paraíso en Portugal. En realidad es un acto reivindicativo de José Berardo por la destrucción de las grandes estatuas de Buda afganas de Bamiyan, uno de los peores actos de barbarie cultural que destruyó un patrimonio único del siglo VI. En 2007 se encargaron en China estatuas para las que se necesitaron 6.000 toneladas de mármol y granito con la intención de crear este homenaje a la paz. En los últimos años se han ido añadiendo nuevas temáticas en el jardín como el jardín de esculturas modernas en 2012 y, posteriormente, el jardín de esculturas africanas.
Un lugar para recorrerlo respirando la paz que lo inunda, bien sea a pie o en un gracioso trenecito que hace todo el recorrido. A cada paso, durante el serpenteante recorrido, os sorprenderá un ambiente nuevo entre pagodas, faroles de piedra, lagos con exóticas carpas Koi, cerezos y árboles japoneses y puentes.
El jardín de esculturas africanas, el último en incorporarse, está dedicado al pueblo shona de Zimbabue que durante más de mil años han tallado la piedra a mano. Tienen la creencia de que cada piedra tiene un espíritu vivo que influye en lo que se convertirá. El trabajo del artista es liberar el espíritu de la piedra. En el jardín hay más de 200 esculturas dispuestas bajo mil palmeras que permite pasear entre manadas de elefantes o jirafas. Pero el punto más impresionante del recorrido es, tras pasar por los guerreros de Xian y el anfiteatro, llegar a la escalinata de los Budas Dorados.
Sin duda, La Región Centro de Portugal ofrece experiencias únicas y sorprendentes que no te esperas y que están a un paso. No lo dudes y atrévete a descubrir el otro Portugal que no te imaginas.
Más información en la página web de la región Centro de Portugal y en su newsletter semanal Togetherness.