Singular por ser el municipio que alberga al único río de las Islas Baleares, por lo que le debe el nombre; cuna hippy de Ibiza, con el legado de los mejores mercadillos de la isla hoy en día; con unas calas y playas maravillosas de aguas serenas y transparentes; y con un interesante y característico patrimonio cultural, entre otras muchas cosas… Santa Eulària des Riu destaca por ser un atractivo y delicioso destino, tranquilo y familiar
Santa Eulària des Riu se extiende por la parte oriental de Ibiza, ocupando dos tercios del litoral y es uno de los cinco municipios de la isla, estando compuesto a su vez por cinco parroquias: Santa Eulària, el núcleo principal; la ideal Sant Carles de Peralta; la encantadora Santa Gertrudis de Fruitera, en el interior; Jesús y Es Puig d’en Valls, la más cercana a la ciudad de Ibiza.
Aún siendo un destino en el que conviven en armonía diferentes tipos de viajeros, Santa Eulària des Riu tiene una vocación marcadamente familiar: monoparentales, con niños pequeños o con jóvenes adolescentes, todas las familias encuentran su lugar en un municipio que tiene en la tranquilidad y la cercanía sus señas de identidad. Prueba de todo ello es el distintivo de Ciudad Amiga de la Infancia otorgado por UNICEF a partir de 2012, llegando a tener mención de excelencia en 2016. O el hecho de haber sido el primer municipio de las islas en declarar su principal arenal urbano como “Playa sin humos”.
Santa Eulària cuenta por otra parte con una variada oferta turística, pública y privada, acreditada por su sello de turismo familiar “Family Moments”: playas de aguas poco profundas, parques infantiles como el de Es Fameliar, museos, áreas de picnic como la de Sant Carles, fincas-granja ecológicas como la de Can Muson, paseos a caballo, actividades de kayak o esnórquel, rutas de senderismo, de cicloturismo, así como eventos deportivos y culturales para toda la familia durante todo el año lo evidencian. Un destino que por todo ello encanta tanto a hijos como a padres.
Calas y playas de aguas cristalinas para todos
Las playas de Santa Eulària des Riu, más de veinte, repartidas en 46 kilómetros de litoral, esconden algunos de los lugares de baño más apreciados de la isla y son un gran aliciente especialmente en el verano. Abarcan desde pequeñas y recónditas playitas y calas de aguas cristalinas, hasta largas playas urbanas, concurridas pero no masificadas y de ambiente muy familiar. Desde rincones de roca, con o sin servicios, perfectos para relajarse al sol o en un típico chiringuito, como Cala Mestella o Cala Boix, hasta arenales de fina y blanca arena con diferente oferta de restauración o actividades acuáticas, como Cala Llenya, o más aún, Es Canar o Cala Martina. El denominador común, las aguas transparentes y de alta calidad debido a la posidonia que se encuentra en el fondo marino.
Además de las playas y calas, Santa Eulària muestra su personalidad a través de sus paisajes, las costumbres y especialmente a través de la arquitectura tradicional ibicenca que es seña de identidad y uno de sus bienes más preciados. Una arquitectura de la que se encuentran muestras en diferentes hogares de los de antes, construidos principalmente con maderas de olivo y sabina, piedra y cal, resultando una arquitectura pura, simple y funcional, que especialmente se puede ver, y sobre todo vivir, en diferentes alojamientos con encanto. Agroturismos, hoteles, hostales u hoteles rurales como Can Curreu que, situados en medio de recónditos y singulares paisajes, permiten disfrutar de esa típica arquitectura ibicenca y de los maravillosos y serenos ambientes que los envuelven.
Puig de Missa, el origen
Pero este patrimonio blanco, de formas atractivas y contundentes se muestra también, entre otros, en lugares como la imponente iglesia encalada de Santa Gertrudis de Fruitera, un agradable y relajado pueblecito de interior ideal para cenar tranquilamente; en el molino harinero de viento de Es Puig d’en Valls; en la iglesia de Sant Carles de Peralta, o en Puig de Missa.
Este es el principal símbolo de Santa Eulària. Formado por el templo, el cementerio y el pequeño núcleo de viviendas que lo rodean, el conjunto arquitectónico Puig de Missa es el origen del pueblo. La iglesia, con su característica cúpula de color arcilloso destacando sobre el blanco del resto, fue construida en el siglo XVI para combatir los ataques piratas. El retablo barroco, llevado por el Marqués de Lozoya y el porche formado por dos hileras de arcos, añadido a mediados del siglo XVII, son otros elementos destacados en Puig de Missa que, ubicada en lo alto de una colina a 52 metros sobre el nivel del mar, permite admirar una bonita panorámica de Santa Eulària, la costa, el puerto…
Cerca, en la casa payesa Can Ros está el Museo Etnográfico de Ibiza y más abajo el Centro de Interpretación del Río Can Planetes, paso previo a llegar al Pont Vell o Puente Viejo, que marca la llamada Ruta del Río, una particularidad de Santa Eulària que ofrece un agradable y relajado del que poder disfrutar en familia a lo largo de toda la orilla y hasta llegar a la desembocadura del que es el único río de Ibiza, y de las Baleares.
Un delicioso paseo marítimo y una marina de lujo
Allí está la Playa del Río, o Platja des Riu de Santa Eulària, una de las que resultan perfectas para acudir con niños ya que es muy amplia, tiene mucha arena para jugar y hay mucho recorrido dentro del agua hasta que llega a cubrir. Entre esta y el puerto deportivo hay otros largos trechos de tranquila y adecuada playa familiar y, a su vera, el Paseo Marítimo de la Alameda, un precioso y extenso recorrido rodeado de pinos, palmeras y pequeños jardines en el que también hay multitud de tiendas, bares y restaurantes, lo que le convierte en un lugar ideal para deambular y disfrutar del ambiente.
Al llegar a las dársenas del puerto deportivo nos encontramos con una lujosa marina llena de restaurantes y cafés, donde disfrutar de exquisita gastronomía en establecimientos como CBbC Marina Sta Eulalia y sus maravillosas vistas a la bahía. Con este, como con los 43 restantes seleccionados en una guía de restaurantes con encanto, se quiere destacar la importancia que tiene el aspecto gastronómico para la oferta turística de Santa Eulària des Riu, poniendo en valor la diversidad y calidad culinaria a la vez que los servicios ofrecidos, el ambiente o el diseño.
La más pura esencia hippy ibicenca
Hay otro aspecto de Santa Eulària radicalmente distinto al antes mencionado… Fue hace casi cincuenta años cuando, atraídos por sus playas paradisiacas, sus rincones mágicos y sus gentes, llegaron los primeros hippies a Ibiza, en concreto a la zona de San Carles de Peralta. En los años 70 instalaron sus primeros puestos de artesanía para atraer a los pocos turistas que por entonces llegaban a la isla y vender sus productos para poder mantener su estilo de vida sencillo y austero.
Hoy en día esos mercadillos de esencia hippy son uno de los atractivos más valorados de Santa Eulària des Riu, que cuenta además con dos de los mejores de Ibiza: Punta Arabí y Las Dalias. El primero se celebra los miércoles y sólo entre los meses de abril y octubre, en el núcleo costero de Es Canar. Con aproximadamente 500 puestos es uno de los más extensos y un auténtico y divertido enjambre de colores, música y ambiente variado y singular donde perderse.
El Mercadillo de las Dalias, nacido en 1985 en torno al restaurante y bar del mismo nombre, se sitúa en un lateral de la carretera a San Carlos, en un estupendo entorno rural que llena de buenas vibraciones y ensalza aún más el encanto de este famoso mercadillo, de prácticamente imprescindible visita. Allí se dan cita cada sábado los más creativos artesanos y artistas de la isla y, además de poder comprar productos de estilo hippy, también se pueden disfrutar de comidas de todo el mundo, zumos o copas y, por supuesto, música.
Las Dalias y el original Namaste
En las cálidas noches de verano, de domingo a martes, el mercadillo nocturno es un perfecto punto de encuentro para dejarse llevar por el ambiente, con una iluminación tenue y un toque mágico que invita a pasear entre los puestos, rodeados de palmeras. Una variada oferta gastronómica, actuaciones musicales en vivo e incluso, para los más pequeños, un espacio en el que se realizan diversas actividades para su entretenimiento, hacen más que apetecible acudir a Las Dalias.
Otro momento imprescindible en este icónico mercadillo es Namaste. Un emblemático evento que se celebra los miércoles de verano, llevando como bandera el espíritu de amor y paz y que durante este 2022 conmemora su 25 temporada recogiendo la esencia hippy ibicenca. Esta especial fiesta comienza a primera hora en el Jardín de Las Dalias con diversas performances artísticas y visuales, actuaciones musicales… Y a partir de las 23 horas la ceremonia se traslada a la sala de Akasha, el innovador club de Las Dalias. El ambiente de Namaste es fantástico y hay que vivirlo con todos nuestros sentidos.
Todo ello y mucho más es Santa Eulària des Riu, la Ibiza más tranquila y familiar, con su buena onda y sus agradables sorpresas que constituyen un recuerdo magnífico e inolvidable para quienes la visiten.
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