Entre el Mediterráneo y las montañas, la región de los Pirineos Orientales despliega un abanico de experiencias perfectas para el turismo familiar. A lo largo de un recorrido entre TorreillesCanet-en-Roussillon y Colliure, el agua se convierte en el hilo conductor

 

Entrar en la bahía de Colliure en catamarán, alcanzar el mar en un kayak desde el canal de Boudigou, encontrar a Nemo en Oniria, aprender cómo funcionaba un molino medieval o disfrutar de pescados frescos con los pies en la arena de una playa rodeada de dunas conforman un viaje sensorial y cultural, donde cada parada ofrece experiencias auténticas para disfrutar con niños y adolescentes.

 

Torreilles: playas vírgenes, canoas al mar y un molino milenario

 

Playa salvaje de Torreilles con dunas y vista a los Pirineos

Torreilles conserva sus playas naturales sin urbanizar, ideales para familias

Torreilles es un destino que ha sabido mantenerse al margen del turismo masivo, conservando el carácter natural de su litoral. Sus playas vírgenes con dunas protegidas, sin edificaciones a la vista, permiten disfrutar del Mediterráneo con vistas al macizo del Canigó, lo que crea una atmósfera de desconexión total. Esta zona es especialmente valorada por familias que buscan entornos tranquilos y seguros para los niños.

Una de las actividades más singulares de Torreilles es el paseo en canoa por el canal del Boudigou, que desemboca directamente en el mar. La aventura comienza de forma muy original: cruzando el canal sobre una plataforma flotante que las propias familias deben atraer tirando de una cadena, como si se tratara de un puente de paso medieval. La experiencia continúa con una travesía de unos 90 minutos, muy asequible para todas las edades entre los juncos y, al final, alcanzar una playa virgen a pie. Los monitores garantizan la seguridad en todo momento, con chalecos y bidones estancos donde llevar sus pertenencias. Una experiencia que conecta a pequeños y mayores con la naturaleza de forma activa. Y para hacer fotos durante el recorrido es recomendable llevar fundas impermeables para los móviles.

 

Canal de Torreilles con botes y plataforma flotante

La ruta en canoa parte del canal y cruza el agua sobre una plataforma remolcada con una cadena.

 

 

Muy cerca, el Domaine Pagnon invita a descubrir el patrimonio rural de la zona desde una perspectiva enológica y pedagógica. Esta finca familiar cuenta con un molino medieval del siglo XII, restaurado piedra a piedra, que muestra cómo se aprovechaba el agua para moler grano. La visita, apta para todos los públicos, incluye también una degustación de vinos ecológicos, zumos naturales y productos elaborados con higos chumbos como mermeladas, aceites y jabones. Descubre la historia de los bisabuelos a los que han dedicado dos de sus mejores vinos. Es una propuesta perfecta para enseñar a los niños de dónde vienen los productos y cómo se trabaja la tierra con respeto y tradición.

 

Mesa sobre la piedra del molino medieval en Domaine Pagnon con vinos

El molino restaurado del Domaine Pagnon es hoy una pieza clave de la visita enoturística

 

 

Canet-en-Roussillon: de las profundidades del mar al horizonte en catamarán

El siguiente destino del recorrido familiar es Canet-en-Roussillon, una localidad vibrante que combina naturaleza, cultura y ciencia para todas las edades. Su gran joya es el Aquarium Oniria, mucho más que un acuario tradicional. Concebido como un viaje sensorial, recorre la metamorfosis del agua desde su nacimiento en las nieves del Canigó hasta su llegada al Mediterráneo. La visita se convierte en una experiencia inmersiva donde los sentidos se despiertan: suelos que simulan hielo, zonas sonoras, efectos de luz y proyecciones acompañan el recorrido.

 

Familia observando peces en el tanque del Aquarium Oniria

Oniria propone un viaje sensorial por el mundo del agua, ideal para todas las edades

 

 

Los niños pueden observar más de 3.500 especies entre tiburones, medusas, peces tropicales, tortugas, anfibios e incluso especies ciegas adaptadas a la oscuridad. Destaca los tanques táctiles y una sección de biodiversidad que fascina a todas las edades. Además, Oniria organiza talleres escolares, actividades en vacaciones, y ofrece visitas accesibles para carritos y personas con movilidad reducida. Es sin duda una visita estrella para quienes buscan combinar ocio y aprendizaje en familia.

El acuario está al principio de la espectacular playa de Roussillon, ideal para familias por lo tranquilas de sus aguas y su pendiente suave lo que permite que el agua tarde más en cubrir. Esta playa tiene club para niños durante todo el día y ofrece servicios como pádel surf o clases de vela.

 

Niños en la red del catamarán mirando el mar con sus padres

Navegar en catamarán por la Costa Bermeja es una experiencia inolvidable en familia

 

Desde el puerto de Canet parte otra de las experiencias más emocionantes del viaje: un paseo en catamarán ecológico con Navivoile. Durante dos horas se navega a vela por la Costa Bermeja, en una embarcación respetuosa con el entorno. Algunas de sus excursiones ofrecen observación de delfines y tortugas en mar abierto. Los participantes pueden tumbarse sobre redes, escuchar las explicaciones históricas de la zona y llegar, navegando, hasta el próximo destino: Colliure. Esta aventura marítima resulta especialmente mágica para los niños, que viven la travesía como una pequeña expedición.

 

 

Colliure: historia, luz y sabor en la joya del Mediterráneo

 

Arribar a Colliure por mar permite admirar su bahía en todo su esplendor: la iglesia de Notre-Dame-des-Anges, construida sobre un antiguo faro y cuyos cimientos están por debajo del nivel del mar; el castillo defensivo con siglos de historia; y el barrio del Mouré, con sus casas de colores, balcones floridos y ambiente bohemio.

 

Vista del castillo de Collioure desde el catamarán

La llegada a Collioure por mar permite una visión privilegiada de su patrimonio

 

 

Este enclave fue habitado por íberos, romanos, mallorquines y, más tarde, por artistas como Matisse y Derain, que fundaron aquí el fauvismo. Cada rincón de Colliure parece una obra de arte en sí mismo, y es ideal para recorrer con niños gracias a su tamaño compacto, su ambiente tranquilo y sus múltiples estímulos visuales. Fue la luz del Mediterráneo la que atrajo a los artistas a Collioure.

 

Callejuelas y fachadas de colores en el barrio del Mouré de Collioure

El casco histórico de Collioure conserva todo el encanto artístico que inspiró a Matisse

 

 

Uno de los momentos más curiosos de la jornada puede ser la visita a la conservera de anchoas Roque, donde se enseña el proceso artesanal de salazón y envasado de este producto típico. Las familias pueden observar cómo las trabajadoras limpian, clasifican y preparan las anchoas. Una experiencia ideal para aprender sobre gastronomía local desde dentro y pesca sostenible.

 

 

Interior de la iglesia con barricas en la bodega Le Cellier des Dominicains

El vino de Collioure madura bajo las bóvedas de una iglesia gótica

 

 

También es visita obligada la bodega Le Cellier des Dominicains, ubicada en una iglesia gótica reconvertida, donde se elaboran los vinos AOP Collioure y Banyuls. La cata se realiza en un entorno monumental impresionante, con barricas bajo los arcos de piedra. Los adultos disfrutan del vino, y los niños pueden curiosear por un espacio histórico lleno de encanto.

 

Comer bien en cada parada: terrazas, playas y sabor local

 

Entrada a La Baraquette sobre la playa de Torreilles

 

  • La Baraquette (Torreilles): Restaurante de playa con mesas sobre la arena y vistas a las dunas. Especializado en producto fresco, con platos como dorada del día, tartar de buey o calamares a la plancha. Ambiente relajado y muy familiar.

 

 

Aperitivos en Can Marcel con presentación gourmet

 

  • Can Marcel (Canet): Cocina creativa de la mano del chef Christophe Perrin en el mismo paseo marítimo. Forma parte de los Toques Blanches du Roussillon. Excelente opción para familias que valoran la gastronomía de calidad, con platos como raviolis de trufa o lubina con escamas de calabacín.

 

 

Familia cenando al atardecer en Naudo Beach Club en Canet

 

  • Naudo Beach Club (Canet): Restaurante junto al mar, con decoración moderna y música chill-out. Ideal para cenas con niños al atardecer. Su carta incluye tatakis de atún, ensaladas gourmet y pescado a la brasa.

 

 

Terraza con vistas y platos mediterráneos en La Mamma, Collioure

 

  • La Mamma (Collioure): Ubicado en un mirador del hotel Les Roches Brunes sobre la bahía, este restaurante combina cocina italiana y mediterránea en un entorno con vistas únicas. Ideal para almuerzos relajados con productos de proximidad.

 

 

Panorámica del jardín del restaurante Le Jardin de Collioure

 

  • Le Jardin de Collioure: Terraza interior rodeada de vegetación. Cocina regional con toques contemporáneos. Un oasis gastronómico tranquilo, perfecto para familias que buscan buena comida en un ambiente íntimo.

 

Dormir con encanto: alojamientos pensados para familias

 

Desayuno buffet en el comedor del hotel Maison Gaïa en Torreilles

 

  • Hotel Maison Gaïa (Torreilles): Hotel boutique de 4 estrellas con spa, piscina climatizada y jardín. Habitaciones decoradas con gusto y espacios comunes ideales para descansar después de un día de actividades.

 

 

Jardín exterior de La Vieille Demeure con pozo y limonero

 

  • La Vieille Demeure (Torreilles): Bed & breakfast familiar con encanto rural. Jardín, piscina, arquitectura histórica y un trato cercano que hace sentir como en casa.

 

 

Habitación familiar en el hotel Best Western de Canet con vista al mar

 

  • Best Western (Canet-en-Roussillon): Hotel funcional a pie de playa, con habitaciones amplias, buffet y todos los servicios necesarios para familias que buscan comodidad y ubicación.

 

Imagen de una habitación del hotel Best Western decorada con un cuadro de la playa y vistas reales al mar desde la ventana. Ideal para alojarse con niños por su ubicación y comodidad.

 

  • La Casa Pairal (Collioure): Alojamiento con alma en el corazón del pueblo. Piscina rodeada de vegetación, jardín interior, arquitectura tradicional y silencio a pocos pasos del mar. Ideal para cerrar el viaje con calma.