La Ruta del Vino de Rueda  puede conseguir que paséis un fin de semana inolvidable en familia con vuestros hijos adolescentes. Un tiempo compartido juntos en el que conocer más sobre nuestros grandes tesoros gastronómicos como la vid, el queso o el auténtico lechazo asado, pero también de nuestra cultura y nuestra historia recreando el Siglo de Oro, descubriendo el primer castillo de la Edad Moderna preparado para la artillería por Los Reyes Católicos, o un parque temático dedicado al mudéjar. Disfruta de este recorrido por Olmedo, Rueda, Medina del Campo, Matapozuelos y La Seca.

 

 

 

Sábado

 

10:30h Visita a Bodegas Montepedroso

 

 

Esta bodega boutique perteneciente a la familia Martínez Bujanda, está situada en una de las fincas más altas de Rueda con lo que disfruta de unas vistas privilegiadas. Al dar el nombre a la denominación se puede esperar que Rueda sea una localidad más grande pero apenas sobrepasa los 1.000 habitantes. Rueda surge en la Edad Media gracias a Medina del Campo ya que está muy cerca. Medina del Campo era una localidad muy importante en cuanto a comercio, allí se podía encontrar cualquier cosa pero el problema es que había tantos comerciantes, que no había suficiente alojamiento y empiezan a buscar localidades cercanas donde pasar la noche y así a la mañana siguiente volver a Medina para comerciar. Una de esas localidades es Rueda, que alcanzará su máximo esplendor sobre los siglos XVI y XVII, (aún conserva casas señoriales con escudos de esa época). Ya en el siglo XIII el vino de Rueda era muy conocido y apreciado por la nobleza, de hecho, se cree que la uva predominante de la zona, la verdejo, llegó sobre el siglo X.

Durante la visita, los niños podrán aprender por qué las viñas se cultivan en espaldera, y es que es más fácil de vendimiar y el racimo está más aireado y le da más la luz y es menos propenso a coger hongos. El suelo típico de la zona lleno de piedras ayuda a luchar contra las heladas porque durante el día las piedras cogen el calor del sol y por la noche lo van soltando lentamente con lo que no llega a helar. La vendimia en la zona se hace por la noche porque es una uva que empieza a oxidar muy rápido. Si se hace de día, con las altas temperaturas que todavía hay a primeros de septiembre, la uva empezaría a fermentar antes de tiempo. La uva por la noche se rehidrata y llega en mejores condiciones a la bodega. En realidad, lo que interesa es que la piel sea gruesa que es lo que da las propiedades y el color al vino. La forma de conseguir un racimo como el que se necesita es haciendo sufrir un poco a la planta y no regándola tanto como necesita, así se defiende estirando sus raíces en busca de agua y protege su fruto haciéndolo más pequeño y con una piel más gruesa que es lo que interesa para conseguir un vino de calidad.

También podréis ver el nudo de los injertos de las viñas. Tras la plaga de la filoxera, todas las viñas se plantan con la parte de la raíz una variedad resistente a la filoxera y la parte de arriba la de la zona. La filoxera vino de Estados Unidos y ataca a la raíz y mata la planta. La viña americana es inmune porque cuando detecta el bicho, segrega resina y tapona su avance. A principios del siglo XIX se trajeron cepas de allí, que venían con filoxera, y cuando llegaron a Europa acabaron con casi todos los viñedos del continente. Desde entonces lo que se hace es poner la raíz americana que es inmune y sobre ella injertar la variedad de la zona.

Las uvas se echan en la tolva y a través un tornillo sin fin se va redirigiendo a la despalilladora y de ahí, a través de unos conductos van cayendo a los depósitos para hacer la maceración por el propio peso. De aquí sale el mosto yema o mosto flor que es el que más calidad tiene al no sufrir ninguna intervención mecánica. Se deja en frío unas horas para que se realice el desfangado que simplemente es que los restos sólidos que hayan podido quedar decanten de forma natural. Con el mosto limpio comienza la fermentación alcohólica en la que las levaduras de las uvas se empiezan a comer el azúcar y lo transforman en alcohol. Cuando se han comido todo el azúcar, las levaduras mueren y estas levaduras muertas es lo que se llaman lías que para el bodeguero es lo más importante de todo el proceso porque van a dejar criar el vino sobre sus propias lías durante cinco meses y esto va a ayudar a corregir acidez, a aportar aromas y sobre todo a que el vino envejezca muy bien en botella. Aunque tenemos en mente que el vino blanco es vino joven que hay que consumir en el año, un vino blanco criado sobre lías puede envejecer hasta 10 años en botella. Necesita corcho natural porque es un vino que continúa evolucionando en la botella, por esa razón también es imprescindible guardar las botellas tumbadas ya que si no el corcho se seca, encoje y entra aire que estropea el vino.

Lega la hora de la cata. Lo primero que tenemos que mirar es la lágrima en la copa, su densidad. Después pasamos al olfato en reposo y una vez removida la copa. La nariz hay que entrenarla para tener un registro olfativo amplio. El primer trago lo usamos para limpiar la boca y acostumbrarla al vino y en el segundo ya empezamos a intentar detectar qué notamos en el paladar. Elena os ayudará a diferenciar los distintos sabores y aromas explicando en qué partes de la lengua notaremos las diferentes sensaciones y si empezamos a salivar será producto del ácido. Una de sus experiencias más especiales es la cata de vino con tres quesos de Rueda: vino blanco con queso de cuajo vegetal, queso curado con tinto o queso azul con vino dulce. Puedes reservar tu visita a Montepedroso a través de Civitatis en este enlace.

 

 

14:00h Comida en El Mesón de Pedro

 

 

Tras la mañana entre los viñedos toca descubrir el lechazo de la zona elaborado de una forma diferente. A pocos kilómetros de Rueda, se encuentra Matapozuelos donde se ubica el restaurante el Mesón de Pedro con una apuesta sencilla pero infalible que gustará a todos los miembros de la familia. Es un espectáculo entrar en su cocina llena de sarmientos para elaborar las brasas sobre los que se asan los pinchos de lechazo y sus conejos a la parrilla. La salsa del conejo al ajillo da el toque perfecto a una carne jugosa y con gran sabor. Sus múltiples salones y una zona exterior lo convierten en un lugar ideal al que ir a comer con niños, además cuenta con zona para los más pequeños. No tienen un menú infantil propiamente dicho, pero los niños son siempre bienvenidos y les harán lo que a ellos más les puede gustar. Seguro que sus croquetas o la cecina les encanta y para terminar su flan casero.

Es uno de esos lugares por los que merece la pena desviarse unos kilómetros para ir a comer con los niños producto de calidad y a unos precios inigualables.

 

 

 

16:30h Visita al Castillo de la Mota

 

 

Uno de los iconos más representativos de nuestra historia, ya que el Castillo de la Mota fue el primero de la Edad Moderna preparado para las nuevas armas. Aquí vivió durante unos meses Juana La Loca y estuvieron encerrados en su torre personajes como Cesar Borja o Pizarro. En la visita guiada podréis conocer su historia desde la Edad Media hasta la actualidad y visitar sus galerías subterráneas, además del asentamiento prehistórico que lo rodea.

Una mota es una elevación del terreno frente al llano, de ahí el nombre del castillo. Desde su ubicación se podían ver los peligros que acechaban a su alrededor, pero también tenía la protección y el abastecimiento de dos ríos, lo que lo convierte en un enclave propicio para un asentamiento. Los primeros pobladores llegaron a conformar una pequeña aldea de la Edad de Hierro cuyos restos puedes ver en las excavaciones bajo el edificio de madera del centro de visitantes. Hasta el siglo X, se protegían con una muralla cuyos restos de cal y canto se divisan entre los pinares. De ahí viene la expresión cerrado a cal y canto, porque las murallas medievales se realizaban con estos materiales. Esta muralla alcanzó dos metros de grosor, ocho en altura y cada quince metros tenía una torre de defensa. La ciudad medieval crece y en el siglo XV Medina del Campo era una ciudad de tres recintos amurallados.  Los restos de la muralla medieval nos llevan a la fachada del castillo ya que se aprovechó para empezar a construirlo.

Es una construcción de ladrillo desde su origen porque en la zona no hay mucha piedra. También favorece la defensa porque el ladrillo recibía mejor los impactos, la piedra al recibir un golpe tiene más posibilidades de crear grietas que pueden hacer caer la estructura, pero el ladrillo cuando recibe un impacto lo absorbe y lo hunde como se ve a lo largo de la fachada y alrededor de la ventana de la torre del homenaje. Estos impactos son anteriores a los Reyes Católicos, son de las guerras civiles que hubo en Castilla entre el rey Enrique IV y su hermano menor el infante Alfonso. Hasta entonces solo tenía dos líneas de tiro: arriba de la torre y la línea de almenas del castillo, pero en la parte inferior estaba indefenso, justo en el momento en que se empiezan a utilizar las nuevas armas de artillería. Serán los Reyes Católicos los que mandan hacer las grandes reformas para poderse defender y ponen su escudo en la puerta, aunque a este escudo le falta la granada en la parte inferior, ya que se colocó antes de la conquista de esta ciudad andaluza. Es cuando se manda excavar el gran foso, que nunca tuvo agua, y construir la pared más baja que rodeaba el castillo de origen para poder crear cuatro líneas de tiro más con aspilleras y troneras donde colocar los cañones. En total 6 líneas de tiro y 300 puestos para disparar. Se convertía así en el mejor de la Península Ibérica convertido en un castillo artillero de la Edad Moderna. Los niños pueden seguir y observar las trayectorias de los cañones en las líneas pintadas en el suelo con las bolas al fondo.  El segundo nivel de tiro que se ve desde el exterior es la galería subterránea por la que se hace el recorrido en el interior del castillo.

 

 

El patio de armas se reconstruyó totalmente en 1942 para convertirse en la escuela de la Sección Femenina, con lo que las dependencias no tienen nada que ver con lo que fue en su origen. De hecho, algunas de las salas que se visitan tienen muebles de los años cuarenta. La portada es una copia de la puerta del Hospital que construyó Beatriz Galindo, la Latina (que da nombre a un barrio de Madrid) y que Isabel la Católica trajo para educar a sus hijos. Tras la portada, accederéis a la sala de Juan de la Cosa donde está representada en grandes dimensiones su carta naval en el año 1500, y subir a la torre para disfrutar de las maravillosas vistas.

Entre las estancias, destaca El peinador de la reina en honor a Juana La Loca, porque se dice que pasó largas horas en este lugar. Los Reyes Católicos tuvieron cinco hijos, solo uno era varón y murió a los 19 años con lo que pasó a ser heredera Isabel que murió dando a luz a un niño, Miguel, nieto de los Reyes Católicos. Este niño falleció antes de los dos años. Es entonces cuando la tercera hija de los Reyes Católicos, Juana, se convierte en heredera de Castilla. En 1502, Juana y su esposo Felipe vienen a tierras de Toledo para ser nombrados herederos por las Cortes. Una vez nombrados herederos, Felipe volvió a Flandes, pero a Juana se la retuvo en Castilla porque estaba embarazada de su cuarto hijo y como era la futura reina, los Reyes Católicos querían que permaneciera en Castilla. Ella no está feliz con esta situación y su deseo es volver a Flandes. Será en el trayecto al norte de España cuando a Juana le da un ataque de locura en este castillo que con un simple camisón salió de sus aposentos para cruzar las puertas del castillo, irse a caballo a Laredo para coger el barco que la llevaría a Flandes. Dicen que al encontrar las puertas cerradas se pasó un día y una noche llorando a las puertas del castillo, durante tres días no consiguieron que volviera al interior del castillo y permaneció en las cocinas de los soldados. Fue su madre, que estaba en Segovia, enferma, quien vino hasta Medina y consiguió convencerla. Al poco tiempo Isabel La Católica falleció en el palacio real de Medina. Tras ser nombrada reina y tras el fallecimiento de su esposo, Juana fue mandada encerrar en Tordesillas donde pasará el resto de sus días, desde los 29 años hasta los 75 con los que murió.

 

 

18:30h Cata de quesos en Los Quesos de Juan

 

 

De la mano de Paloma conoceréis algunos de los quesos más especiales del mundo. Esta tienda en Medina del Campo es el tipo de establecimiento que tiene tradición en Centro Europa. Organiza catas de todo tipo, temáticas, históricas. Este año, en colaboración con el ayuntamiento de La Seca se realizó una cata temática con Carlos V de la época de los comuneros. Se hizo una ruta por la vida de Carlos V relacionando quesos y su vida. Están abiertos a todo tipo de colaboraciones.

Os hará una verdadera master class sobre quesos en una cata en la que haréis un viaje desde los más suaves hasta los más fuertes y con la oportunidad de probarlos elaborados con las tres leches: cabra, oveja y vaca. Y de otras zonas de España porque en Rueda solo hay oveja por tradición. Antiguamente el queso era la forma de consumir leche durante todo el año.

Existen diferentes elaboraciones de queso bien con leche pasteurizada o con cruda. La leche llega a la lechería, se quitan impurezas o se pasteuriza y se añade un cuajo (vegetal o animal) para hacer una elaboración enzimática para que la leche se haga sólida. El cuajo vegetal es un aceite que sale de la flor de cardo. Se deja secar y ese aceite se echa en la leche y hace que se haga sólida y que tengamos cuajada. Normalmente se hacen quesos cremosos con el cuajo vegetal como la torta del casar. Como tantos otros descubrimientos en gastronomía, los quesos cremosos surgieron del error de echar el doble de cuajo. El primer momento de esos quesos es sólido, pero según van madurando se van haciendo cremosos.

Tendréis la oportunidad de conocer quesos diferentes a los que estáis acostumbrados a ver como el Queso pata de mulo, que es una elaboración típica de Valladolid, o el Queso de cabra con pimentón de la vera en la corteza que recupera la tradición de los conservantes naturales que se utilizaban para proteger el queso como el pimentón, mantecas o baños manuales de aceite o romero. No es necesario utilizar ceras o parafinas para conservar los quesos. Existen algunos tipos de quesos como el Gouda que necesitan estar recubiertos de cera para hacer la doble fermentación. Los quesos son materia viva que necesita respirar, al cubrirlos de cera se les obliga a hacer una doble fermentación. Puedes reservar tu cata en los quesos de Juan a través de Civitatis en este enlace

 

Domingo

 

11:00h- Visita a Bodegas Menade By Sécala

 

 

Comienza el domingo descubriendo un espacio singular en La Seca. Atravesar el umbral de la bodega familiar Menade es adentrarse en un mundo donde se respira vino y diseño. Aquí, Iván comenzará a explicaros toda la tradición del vino de la zona que comienza con los romanos. Puesto que los musulmanes no beben vino, cuando llega el Islam a estas tierras se abandona la producción de vino, y es en tiempo de los Reyes Católicos, al reactivarse la reconquista, cuando recuperar las viñas en el territorio conquistado se toma como una marca de identidad cristiana puesto que formaba parte de la liturgia.

La bodega de La Seca se ha reconstruido con grandes vigas de madera sobre las bodegas subterráneas antiguas donde bajareis con la visita y podréis tener la oportunidad de hacer una cata de vino en rama que permite probar la verdeja en su estado puro antes de clarificar. Aquí apreciareis los aromas a manzana verde, hinojo y anisados de la verdeja.

Tras el recorrido por las bodegas subterráneas, toca coger el coche y seguir al curioso vehículo de Menade hacia las modernas instalaciones de los hermanos Sanz en Rueda, donde destaca su apuesta por vinos naturales y bio-lógicos. A los niños les fascinará descubrir su granja con las ocas, las gallinas y la pareja de burros zamoranos llamados Zamo y Rana, que además aportan abonos y la utilidad del hotel de insectos y los árboles móviles. Se ha apostado por sustituir tratamientos químicos por técnicas naturales como infusiones de plantas o suero de leche para luchar contra las plagas y respetar la vid. Los insectos pueden ser grandes aliados en el control de plagas. De esta forma se les atrae con extractos aromáticos para que actúen como depredadores y después descansan en sus hoteles ubicados en jardines de polinización repletos de plantas aromáticas. Se ha implantado un sistema de árboles instalados en remolques que pueden ser transportados por las tierras para completar el ecosistema de las fincas. Se ha buscado un gran circuito floral de especies perennes y caducas para todo tipo de insectos.

Por ejemplo, se utilizan las mariquitas para control de plagas moviéndolas con los árboles móviles, se las atrae con vainilla y canela. En el viñedo se comen los pulgones, las larvas y las arañas rojas, cuando han acabado con ellas se hace una infusión de agua de ajenjo y ajo y se van y no siguen comiendo el viñedo. Esto era agua y por eso la tierra está llena de cantos rodados. Tienen cubiertas vegetales para nutrir el suelo. Se plantan alubias, lentejas alfalfa, después se ara y se le da la vuelta a la planta y ya tienen el compost.

La visita concluye con una cata de vinos maridada con productos de la tierra con aceite de elaboración propio AEva, queso y pan de kilómetro cero en la denominada Cantina disfrutando de unas vistas inigualables del viñedo. A los niños les ponen un mantel de la ruta de Rueda para pintar y tienen la posibilidad de dibujar su propia etiqueta y realizan la cata con mosto de elaboración propia. Puedes reservar tu visita a Menade a través de Civitatis en este enlace

 

 

14:00h Comida tradicional de lechazo al horno de leña en El Caballero de Olmedo

 

 

Tras la mañana en las bodegas aprendiendo sobre la elaboración del vino y descubriendo otras formas de controlar las plagas, llega la hora de sentarse a la mesa. No nos podemos ir de esta tierra sin probar el auténtico lechazo al horno de leña. Para ello nos trasladamos a la localidad de Olmedo donde además pasaremos la tarde descubriendo atractivas actividades para hacer en familia. El restaurante El Caballero de Olmedo se asienta sobre el antiguo convento de San Francisco, cuyas bodegas puedes ver a través del suelo acristalado de sus salones. Es la zona más emblemática de Olmedo frente al Balenario Castilla Termal y junto al parque temático del mudéjar. Dispone de un menú infantil de 12€ y zona de juegos para niños.

Un ambiente acogedor, una atención esmerada y profesional y una cocina que conquista cualquier paladar. En el restaurante El Caballero de Olmedo, además del ineludible lechazo asado al horno de leña no os olvidéis de los entrantes entre los que destaca un queso de oveja “pata de mulo” a la plancha (que ya sabréis lo que es después de la cata de quesos del día anterior, unos corazones de alcachofas y colas de langostinos o morcilla de calducho con mermelada casera de pimientos que hacen ellos mismos. Entre el pescado destaca un jugoso bacalao al horno de leña con su pilpil en su punto justo de sal.

 

 

16:30h Parque temático del Mudéjar Castellano

 

 

Tras una suculenta comida y una tranquila sobremesa, ¡qué bien viene un paseo! A 50 metros del restaurante tenéis el Parque temático del Mudéjar Castellano. Un mundo en miniatura que permite entrar y subir en los edificios más representativos de Castilla y León. Allí, por ejemplo, podrán sentirse como Gulliver subiendo al Castillo de la Mota cuyo original visitaron el día anterior. Un agradable paseo descubriendo los monumentos y la maqueta de tren que rodea el lago por la que verán circular un tren cremallera, una locomotora de vapor tipo Mallet o un tren de viajeros. El agua rodea y riega todo el parque serpenteando entre ríos y cascadas que van a parar al lago central que cuenta con grandes chorros de agua. Una manera amena y entretenida de que los niños conozcan algo más sobre este estilo arquitectónico propio de los musulmanes que permanecieron en tierras cristianas conservando sus costumbres tras la Reconquista. El recinto cuenta con columpios y zona de picnic con lo que podéis dedicar una buena parte de la tarde o de la mañana de disfrutar del entorno. La entrada cuesta 4,5€ a los adultos y 3,6€ a los niños y carnet joven. Tiene descuentos especiales para familias numerosas.

 

 

18:00h Palacio del Caballero de Olmedo

 

 

Para finalizar este recorrido de fin de semana con adolescentes por Rueda, dejamos uno de los platos fuertes. Una experiencia sensorial que con ayuda de la tecnología os permitirá realizar un viaje a la época de Lope de Vega en el Palacio del Caballero de Olmedo. Una manera lúdica e imaginativa para introducir a los niños y a los adultos en el Siglo de Oro y en la magia del teatro a través de la obra de Lope de Vega. Ubicado en la antigua mansión de los Condes de Bornos, el edificio ha sido rehabilitado para este proyecto que incluye además un gran corral de comedias en el exterior. En su interior, un recorrido que va guiando por las salas a través de la luz y el sonido para ir adentrando al visitante en los albores del Imperio de la mano del mismísimo Cristóbal Colón, pero también es tiempo de brujas y magia que sentirás al ir cruzando las distintas salas. Hologramas, sombras, escenas virtuales, imágenes para representar una obra inmortal. Deberás reservar con antelación el pase al que vais a asistir.

 

20:00h Vuelta a casa

Tras un intenso fin de semana en familia en el que compartir momentos y experiencias juntos toca volver a casa y recuerda que viajar seguro ahora es más importante que nunca por lo que conviene siempre contratar un seguro de viaje o un seguro médico para toda la familia ante posibles imprevistos que puedan surgir. Así solo tendréis que preocuparos de disfrutar del camino y de vuestros hijos adolescentes en una escapada en la que conseguiréis apartarles un poco del móvil.

 

 

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